MINNEAPOLIS, MN
La evolución de la técnica y la estética que le dieron reconocimiento internacional al muralista mexicano José Clemente Orozco son el eje central de la exposición “Apoderarse de todos los muros”, que fue inaugurada este sábado en el Museo Cabañas en la ciudad mexicana de Guadalajara.
La muestra exhibe por primera vez en 40 años 221 piezas realizadas por el pintor, desde 1922 hasta 1949, y que forman parte del acervo del museo. Se trata de dibujos, temples, tintas y carboncillos que fueron bocetos o estudios para realizar algunos de sus murales más conocidos, explica a Efe el curador Víctor Palacios.
“Los bocetos tienen particularidades muy especiales y muchas virtudes, una de ellas es que abarcan toda la producción muralística del maestro desde 1923 hasta 1949. También es una colección muy rica en cuanto a técnicas, a veces pensamos que los bocetos solamente son a lápiz sobre papel, pero Orozco fue de esos artistas que les gustó experimentar, no solo en los murales, sino en sus bocetos”, explicó.
Desde el primer mural que realizó en la antigua Escuela Nacional Preparatoria (ahora el Colegio de San Ildefonso) en la ciudad de México, a sus grandes proyectos en la New School for Social Research de Nueva York y el del Dartmouth College en Hanover, New Hampshire, además de los murales cumbre en Guadalajara, la exposición da una mirada completa de la evolución que el pincel de Orozco tuvo con el tiempo.
Palacio afirmó que su trabajo muralístico pasó de los rasgos caricaturescos -producto de las tiras políticas con las que empezó a dibujar- a trazos más clásicos y académicos pero sin dejar de lado su estilo.
“Poco a poco él va generando su propio estilo ya independiente de la herencia de la caricatura y sin ninguna especie de atadura a nivel académico. Al principio también tenía que demostrar que era tan bueno académicamente como a nivel expresivo, y de los muralistas mexicanos es el que tiene la bandera más clara del expresionismo y el dramatismo”, dijo.
La exposición es organizada como parte de la celebración del centenario del muralismo mexicano, una corriente iniciada a principios del siglo XX que dio fama al país con exponentes de la talla de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Leonora Carrington o Gerardo Murillo.
APODERARSE DE LOS MUROS
Cuando en 1937 Orozco concluyó el mural de “El pueblo y sus falsos líderes” y la bóveda de la cúpula del paraninfo universitario en Guadalajara con el fresco “El hombre creador y rebelde”, uno de sus ayudantes le preguntó qué faltaba por hacer, a lo que él respondió “Apoderarse de todos los muros”.
La frase no solo le da el nombre a la muestra, sino que fue parte de lo que el pintor -a quien le faltaba una mano- se propuso con su arte dejando un legado fundamental no solo en el muralismo, sino en la historia del arte latinoamericano.
“Su estilo, su fuerza, su dramatismo, su carácter épico, la manera de conjuntar distintos pasajes de la historia de México, la conquista, la revolución, la independencia. Es un trabajo excepcional, conmovedor, técnicamente y emotivamente, por eso es reconocido a nivel internacional, es un verdadero genio del trazo”, señaló Palacios.
DIÁLOGOS CON EL ARTE MODERNO
Con la intención de entablar un diálogo con artistas contemporáneos, la exposición está acompañada de dos exhibiciones que fueron influenciadas por los bocetos: “La línea, la noche, armas del texto”, de Florencia Guillén, y “Las épocas caleidoscópicas”, de Elsa-Louise Manceaux.
Manceaux explicó a Efe que los nueve cuadros de gran formato retoman los paralelismos entre las líneas de pensamiento que caracterizaron la obra de Orozco
“Fue interesante porque entiendo lo que es pasar por el tiempo del boceto que es una manera de pensar, también hice un proceso de dibujo que luego permitió caleidoscopiarlos y era ver la obra de Orozco, que es vigente hoy como sus críticas a la ciencia y la técnica”, indicó.
Las exposiciones estarán abiertas hasta el 5 de febrero en el Museo Cabañas.