SAINT PAUL, MN
El Director del FBI, James Comey, ha dicho ese martes 5 de julio, que no recomendaría presentar cargo alguno en contra de Hillay Clinton con respecto al uso de servidores privados de correo electrónico durante su servicio como Secretaria de Estado, con lo que se ha removido una enorme sombra que pesaba sobre la actual campaña presidencial que lidera Clinton.
Sin embargo, Comey presentó un discurso admonitorio en contra de la misma Clinton y su equipo de trabajo, indicando que todos ellos han sido extremadamente descuidados en el manejo de información clasificada, al tiempo que decía que la presunta nominada candidata presidencial demócrata debió saber que un sistema no clasificado de correos electrónicos no es lugar para conducir negocios de carácter sensible dentro del gobierno.
El director del FBI apuntó que la investigación conducida buscaba establecer si el manejo de la información clasificada den forma inapropiada por parte de Clinton y su equipo habría sido de forma intencional, o bien negligentemente.
“Nuestro juicio es que ningún fiscal razonable podría liderar dicho caso en ninguna corte.” Así lo presentó Comey a los medios, al presentar una síntesis de una larga investigación que, algunos han dicho, fue diseñada para proteger la integridad de la agencia a su cargo dentro de una atmósfera política demasiado cargada en estos momentos.
La decisión de Comey de no recomendar la presentación de cargos muy probablemente removerá la amenaza de una persecución criminal en contra de Clinton, crucial a la mitad de su campaña por alcanzar la presidencia del país, pero el problema político asociado con ello continuará. Y es que la crítica explícita expresada por Comey sobre la conducta de Clinton ofrecerá a sus enemigos una nueva fuente de municiones para que elaboren discursos en contra del carácter, honestidad y confiabilidad de la candidata, lo cual es una de sus mayores puntos vulnerables.
En el contexto político de Washington, el que Comey haya tomado el micrófono para presentar los hallazgos del FBI, ha sido calificado como crítico en el teatro gubernamental, en tanto que esto ocurrió justo dos horas antes de que Clinton subiera al avión presidencial, Air Force One, para viajar en su primer evento de campaña con el presidente Barack Obama. Y para poner un poco más de tensión en el ambiente, Comey hizo claro que la Casa Blanca y el Departamento de Justicia “ignoran lo que voy a decir en estos momentos.”
Por su parte, el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que la Casa Blanca no tenía aún una respuesta oficial ante el anuncio del líder del FBI, argumentando que el caso se encuentra aún activo y en manos del Departamento de Justicia.
Las reacciones por parte de opositores a Hillary Clinton, y en particular en el círculo republicano, se presentaron de inmediato, indicando que la decisión presentada por Comey no corresponde al nivel de negligencia y descuido observados.
