BLOOMINGTON, MN
Ha pasado la euforia del viernes negro, el día después del de Acción de Gracias, con millones de dólares gastados en productos que se han ofrecido a los consumidores a precios reducidos. Las multitudes, si bien no tan grandes como solían serlo, llegaron a las tiendas a partir del mismo jueves, y a lo largo de todo el viernes, provocando incrementos significativos en todo el país, y en Minnesota.
Pero también destacó que poco más de cien trabajadores se manifestaron en ese día, 27 de noviembre, para demandar un incremento salarial, a fin de que el salario mínimo por hora llegue a $15 dólares por hora, y que se cuente con un calendario de actividades adelantado, a fin de evitar suspensiones de labores de último minuto por parte de los empleadores.
Los cerca de 120 personas se manifestaron con tambores y cantos, recibiendo el apoyo y la simpatía de compradores y paseantes, quienes en conjunto provocaron el estupor de otros compradores y trabajadores en los skyways de Minneapolis. Algunos de los cuales incluso agitaban sus manos en apoyo a las demandas. Los guardias de seguridad se vieron sorprendidos y parecían, según reportan distintos medios de comunicación, temerosos y hasta nerviosos al ver a la multitud manifestándose por los puentes que conectan los edificios del centro de Minneapolis.
Un trabajador en Bloomington, denunció que la empresa a la que sirve no ha cumplido con su palabra de incrementar el salario de sus trabajadores a $9 dólares por hora, sin que la mayoría de los empleados hayan visto dicho incremento, e incluso en perjuicio de quienes acumulan alguna antigüedad en la firma. Él mismo, declaró, luego de laborar por más de 1 año en el mismo sitio, no ha mejorado su ingreso que se mantiene en $10.95 dólares por hora.
“Quince [dólares por hora] es lo mínimo, es lo que necesitamos,” dijo este trabajador. “Ese es el timpo de salario en el que quizá no requieras de trabajar en un segundo empleo, o ese tipo de cosas, o con lo que eres capaz de sostener a tus hijos sin solicitar asistencia gubernamental, que es lo que mucha gente se ve obligada a hacer.”
Los manifestantes buscaban no ser invasivos, no interrumpir la cotidianidad ni mucho menos las actividades asociadas con el Viernes Negro. Sin embargo, buscaban hacerse visibles. Así, al caminar por los puentes, saludaban gentilmente a los curiosos y compradores. Ese fue el caso de Tecara Monn, quien enviaba saludos con su mano a los clientes del banco US en el skyway, con algunos de ellos respondiendo a su saludo.
“Por 20 años, he tenido que trabajar cada fiesta,” dijo Monn. “He trabajado esos días por que estaba asustada, estaba preocupada pensando que si no era flexible, como el trabajo me demandaba ser, que ellos podrían despedirme. Y entonces, ¿cómo podría cuidar de mis hijos?”
Por lo pronto, algunos miembros del Minneapolis City Hall han mostrado simpatía con la demanda, pero líderes de la ciudad se han retractado de ello al reconocer la abierta oposición de dueños de negocios.
Por lo pronto, mientras lugares cono Target vendían todos sus osos a 10 dólares por pieza, este pasado viernes se vieron protestas por salarios dignos en Minneapolis. Variables de una ecuación que debe resolverse en algún momento.
#balckfriday is one of the worst days for retail workers. We took to @Macys to demand justice. #workerfriday pic.twitter.com/hCiD1IVZgF
— CTUL (@CTUL_TC) November 27, 2015
