SAINT PAUL, MN
Quizá debido a la crudeza del frío en la región; acaso porque Minneapolis y St. Paul están tan lejos de New York o Los Ángeles; tal vez debido a que, como alguna ocasión un gran amigo me dijera, Minnesota está en medio de la nada; por tantas y tantas razones, tan justificables como cada uno desee, a lo largo de los últimos quince años, Minnesota ha sido un estado expulsor de población, que se dirige a otros estados del país.
Hasta el 2001, la diferencia, entre los que se iban y los que llegaban, arrojaba saldo positivo para el estado, por cuanto a movimientos de población entre los diferentes estados del país. En 1993, por ejemplo, los que llegaron de otros estados y residían en Minnesota, sobrepasaban en 16,045 a las personas que decidían buscar mejor suerte en otro estado. Al mismo tiempo, el número de llegadas internacionales arrojaba un saldo positivo de 5,315 personas. En 1999 las cifras fueron 13,743 y 7,877 respectivamente.
Sin embargo, en el 2002, el número de salidas del estado a otro estado en el país fue superior a las llegadas en 6,348 personas, mientras que las llegadas internacionales arrojaban un saldo positivo de 16,720. Apenas en el 2015, las salidas fueron 12,242 más que las llegadas, en tanto que las llegadas internacionales llegaron a superar a las salidas en 15,473 personas.
De acuerdo con estimaciones hechas a partir de los datos de la Oficina de Censos de los Estados Unidos, esa tendencia ha cambiado en el 2017. Cuando, en promedio, a lo largo de los pasados 15 años, un promedio de 100,000 personas decidían mudarse a Minnesota, pero eran 6,600 más las que decidían mudarse fuera del estado. En este contexto, la inmigración internacional fue importante para mantener un ritmo de crecimiento de la población en el lado positivo. Anualmente, en promedio, 12,500 personas llegaron al estado de fuera del país.
En el pasado 2017, estimaciones iniciales indican que han sido 7,941 personas más las que han llegado frente aquellas que han decidido salir del estado, dentro del país. En esta ocasión, entonces, este número se ha de sumarse a los estimados 16,460 que representan aquellos que han llegado de fuera del país a este estado. De esta forma, al sumarse el número de nacimientos, el número de llegadas, el número de salidas y el número de defunciones, se estima que la población del estado creció en cerca de 52,000 habitantes a lo largo del 2017, alcanzando a contar con 5,576,606 quienes vivimos en Minnesota en el año pasado.
En esto ha influido el hecho de que la población de otros estados vecinos, como Iowa, Dakota del Norte y Wisconsin, han registrado más salidas que entradas, y muchas de ellas dirigiéndose a Minnesota.
Y el estado de Illinois, con un registro de salida de personas de Chicago, puede también jugar un papel relevante en explicar el fenómeno observado. Igualmente, para algunos expertos, acaso quienes en un momento previo habrían optado por salir de Minnesota, habrían decidido volver a casa, incluidos retirados y jóvenes que se habrán entusiasmado con las noticias que colocan al estado en buena posición en diversas áreas como vivienda, ingreso, salud, etc.
Las nuevas cifras, comentadas y analizadas por representantes de diversas agencias del gobierno del estado de Minnesota, pueden apuntar a una situación de cauto optimismo, dada la demanda de mano de obra que habrá de incrementarse, y a la posibilidad de que el crecimiento poblacional sea sostenido. Ello, sin duda, habrá de verificarse en el 2020 con la realización del censo de población, y con ello acaso, el temor de perder un asiento en el congreso que represente al estado de Minnesota, podría quedar de lado.
