MINNEAPOLIS, MN
Son tiempos delicados, tiempos difíciles, un país y un mundo de comunidades diferentes, mas que nada, épocas distintas. Eventos recientes nos ha demostrado que el esparcimiento de ideas negativas, verbales o no; pueden llegar a crear una idea errónea de la realidad, cual puede ser muy mal aceptada o asimilada por mentes débiles. Bien podría decirse que ya han sido varias las situaciones donde el odio, la ignorancia y la terquedad hacia la intolerancia han hecho presa de muchos, y es tiempo de saber que el mundo ha cambiado.
Seguramente a muchos nos queda la memoria chusca-chistosa, de incredulidad para algunos, al ver a un estadio lleno en la ciudad de Blaine coreando “ese grito”. Era una tarde espectacular del mes de Julio 2015, un estadio brilloso y colorido con la presencia del fiel público amante del futbol soccer, entre ellos, aficionados de habla Hispana, esos que disfrutan del futbol al máximo y que son especialistas en crear situaciones comunes en los estadios para pasarla lo mejor posible. Muchos de nosotros escuchábamos por primera vez y en vivo ese grito, cual se había ya conocido a través de los medios televisivos, donde aprendimos que sucedían en un preciso momento donde el portero se dedicaba a salir con su patada de despeje. No lo vamos a negar, fue chistoso en su momento el ver como ello crecía, aunque hoy día se ha convertido en una situación controversial.
De acuerdo a los expertos, ese grito surgió con la intención de amedrentar al portero contrario y provocar que su despeje favorezca al equipo local, o bien que la bola salga del terreno de juego, incluso señalan que los aficionados piensan que al despejar largo, el portero esta mostrando temor al equipo contrincante. Como el jugador número 12, sabemos que la afición busca influir en el juego. Sabemos también que no adquiere el sentido xenofobico que una traducción puede implicar. Y, es cierto que hoy es mas bien un acto de provocación, de autojustificada protesta en contra de los mandamaces.
Lo vimos en un mundial, lo seguimos viendo en televisión y hasta en torneos deportivos donde se había hablado de vetarlo, vetar al equipo a cual estos aficionados seguían y ahí precisamente comenzó a convertirse en esa provocación.
Pero ahora sabemos que ello dejo de ser chiste, por que ahora sabemos que alguien puede ofenderse, dejo de serlo porque ahora sabemos que no lugar ni momento son ya correctos para corearlo, dejo de serlo porque ya no va, y especialmente aquí, en casa.
Toca el turno para el juego del Minnesota United FC contra el Club León de México, y creemos que toca el turno también para darle un descanso a ello, y disfrutar del juego, de estar conscientes que se celebra un fin de semana de inclusión, de aceptación, de diversidad en comunidad y que aunque el grito no lo sea del todo, ese puede sonar a insulto. Aun sabiendo que “ehhh l’ grito” no es dirigido maliciosamente a nadie en especial, sino que fue algo que surgió, creció; reconozcamos que no es nuestro, ni parte de lo que somos ni pensamos; y que el día de hoy será una buena oportunidad para omitirlo, y mostrar al mundo que ya no representa un chiste, porque sabemos que alguien puede sentirse ofendido y porque sabemos disfrutar armónicamente del entretenimiento familiar y del talento de unos deportistas nos ofrecen en una cancha, y que en nuestro caso, reconocemos que todos pertenecemos a una excelente idea llamada Minnesota.
En un esfuerzo por brindar respeto a todos los aficionados del futbol, por favor no uses el canto de “puto.” Así fue la recomendación de Christian Ramírez, jugador del Minnesota United quien lo plasmó de manera simple, sensata en el siguiente video creado por el equipo local.
Por nuestra parte, acordamos que es hora de dejarlo ir, de dejarle en el pasado…
