EDEN PRAIRIE, MN
El ex director del Buró Federal de Investigaciones, James Comey testificará bajo protesta en un sesión abierta, seguida de otra cerrada a partir de las mañana de hoy Jueves.
Comey tendrá que declarar como el presidente Trump lo presionó por su “lealtad” y lo para que “disipara la nube” que ensombrecía su Casa Blanca declarando públicamente que el presidente no era blanco de su investigación en el caso Rusia.
En su testimonio de siete páginas que preparó para su declaración ante el Comité de Inteligencia del Senado, Comey resalta nueve encuentros con el Presidente Trump, incluyendo el del la cena del 27 de enero en el cual el mandatario supuestamente le dijo: “necesito lealtad, espero lealtad”.
En otro registro, Comey sostiene que Trump le pidió en la Oficina Oval que el FBI dejara por la paz la investigación sobre el ex director de Seguridad Nacional, Michael Flynn, personaje principal en la averiguación sobre los lazos entre el equipo de campaña del entonces candidato a la presidencia y los funcionarios rusos que trataron de influir en las elecciones.
Comey estuvo a la cabeza del FBI hasta el pasado 9 de mayo cuando fue despedido de manera imprevista por el presidente Donald Trump. Antes de que fuera destituido, Comey investigaba los posibles nexos de Rusia con el resultado las elecciones del pasado noviembre.
El ex director asegura que estaba tan desconcertado por sus interacciones con el presidente que comenzó a escribir memorándums sobre sus discusiones privadas. Les dijo a los legisladores que cree que el presidente estaba tratando de crear una “relación de patrocinio” con el y describe con detalle las reuniones en la Oficina Oval.
Comey no ha hecho declaraciones públicas desde que fue despedido, su destitución 6 años antes de que terminara su contrato de 10, ha levantado sospechas de que el presidente quería anular la investigación y obstruir la justicia, lo que es considerado un crimen federal o una ofensa impugnable.
El presidente por su parte, le deseo suerte y aseguró que no usaría sus poderes ejecutivos para impedir el testimonio de Comey.
Buena parte de los opositores demócratas consideran que el despido de Comey fue una maniobra de Trump para entorpecer las investigaciones que recaían sobre su campaña y el Kremlin.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, no aclaró en su rueda de prensa de ayer si el presidente planea ver por televisión el tan esperado testimonio, pero dijo que el mandatario “estará muy, muy ocupado ese día”.
