SAINT PAUL, MN
De acuerdo a un reciente estudio hecho por Pew-Hispanic Research, el 11 por ciento de las personas que viven en los Estados Unidos, con herencia hispana, no se identifican a sí mismos como hispanos.
Entre tanto, más del 18 por ciento de la población del país se idéntica como hispano o latino, lo cual representa el segundo grupo más numeroso en los Estados Unidos, con base a identidad racial o étnica.
En el reporte publicado por Mark Hugo López, Ana González-Barrera y Gustavo López, se resalta que existen dos tendencias claramente reconocibles entre este grupo: una ya larga proclividad a los matrimonios inter-raciales o inter-étnicos, y un evidente declive en el número de inmigrantes de origen hispano o latino que llegan al país. Como consecuencia, un grupo creciente de personas con ese origen se distancia de su herencia, y han decidido renunciar a las experiencias de generaciones previas, con lo que se ha observado una reducción a la posibilidad de que ellos mismos se identifiquen como hispanos o latinos.
Entre el número estimado de 42.7 millones de adultos de origen hispano que residían en los Estados Unidos en el 2015, 9 de cada diez (89%), o cerca de 37.8 millones de personas, se auto identificaban con hispanos o latinos. Al mismo tiempo, cerca de 5 millones (11%), no se consideraban a sí mismos como tales. De acuerdo al estudio, la mayoría de los recién inmigrados al país se identifican a sí mismos como hispanos o latinos (97%), porcentaje similar al que se registra entre la segunda generación (hijos nacidos en el país, de padres inmigrantes), representando el 92%.
En cuanto a la tercera generación, que se constituye por quienes han nacido en Estados Unidos, hijos de quienes nacieron igualmente en el país, pero nietos de inmigrantes, quienes se identifican a sí mismos como latinos o hispanos representan el 77% de este grupo. Y entre las generaciones posteriores, la auto-identificación como latinos o hispanos, llega apenas al 50 por ciento.
Según se reporta sobre los resultados del estudio, entre los adultos que tienen antepasados latinos o hispanos (padres, abuelos, bisabuelos o más allá), pero que no se identifican a sí mismos como tales, la gran mayoría (el 81 por ciento), indica que nunca han pensado ser hispanos o latinos debido a que su herencia es muy lejana, o bien debido a que su origen es en realidad mixto.
La inmigración proveniente de América Latina ha jugado un papel central en el crecimiento del volumen de la población hispana o latina en los Estados Unidos, y de la identidad misma, durante las décadas de 1980 y 1990. Dicha situación cambió con el nuevo siglo, cuando el número de nacimientos de personas con origen hispano sobrepasó al de quienes llegaban al país como inmigrantes. Junto a ello, el número de matrimonios entre hispanos y blancos o afroamericanos u otra identidad étnica o racial, se ha incrementado significativamente. Al mismo tiempo, y como efecto de la Gran Recesión, el volumen de inmigrantes se ha reducido significativamente, particularmente entre personas originarias de México.
Como consecuencia de lo anterior, la población hispana o latina continúa creciendo, pero a la mitad del ritmo que había sostenido en las décadas previas, fruto también de una reducción notable en los números de nacimientos entre mujeres hispanas.
Dado el creciente número de matrimonios inter-étnicos o raciales, los descendientes de estas parejas tienen herencia mixta, por lo cual muchos entre las más jóvenes generaciones no pueden identificarse fácilmente como herederos de una u otra culturas. En muchos casos, el uso del idioma español tiende a perderse, y la dualidad o multiplicidad de orígenes tiende a minimizar el valor de contar con el origen hispano o latino. Y, en muchos casos, la intención primordial al negar herencia latina o hispana, es la de evitar ser discriminados entre sus pares.