SAINT PAUL, MN
La notició circuló profusamente, y se convirtió muy pronto en un trending en los medios de comunicación social. De acuerdo con diversos medios, la administración federal, dirigida por Donald Trump, impone la prohibición de siete palabras o frases, incluyendo Feto y Transgénero, dentro del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Esto es, en documentos oficiales que se presentaran a la federación en preparación para el presupuesto del año próximo.
De acuerdo con la nota, analistas de políticas públicas en el CDC, en sus oficinas centrales en Atlanta, recibieron la lista de términos prohibidos en una reunión el pasado jueves, con autoridades del mismo CDC que revisan la preparación y ejecución del presupuesto. La lista completa incluye los términos: vulnerable, derecho, diversidad, transgénero, feto, con base en evidencia y con base en la ciencia.
Dentro de lo que se ha comentado, se ha dicho que incluso hoy se proponen alternativas lingüísticas a las frases, de tal forma que, para reemplazar “con base en evidencia” o “con base en la ciencia”, se emplee “el CDC basa sus recomendaciones en la ciencia, tomando en consideración los estándares y deseos de las comunidades.” Para las otras palabras, no se ofreció alternativa alguna.
La medida parece ser consecuencia de la insistencia por parte de la actual administración en desacreditar a la previa, con el mando de Barack Obama, incluso apuntando que la de Obama, fue una línea que ofreció atención “desmedida” a enfermedades de transmisión sexual, respeto a la orientación sexual que cada quien elija, identidad de género y derecho a la práctica regulada del aborto.
Esto es también una condición que se observa ya en otras agencias, en las que, como es el caso del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés), se han eliminado incluso acceso a información previamente disponible. Así es con la liga que antes el portal de HHS tenía para informar a la comunidad LGBT de los Estados Unidos, y sus familias. Entre ello, información relativa a los procedimientos a seguir si se desea adoptar a una criatura, o cómo recibir ayuda en caso de tratarse de una víctima de tráfico sexual.
Todos los términos citados resultan cruciales para definir lineamientos de atención, lo cual puede impactar severamente a oficinas dentro del mismo CDC, como el Centro Nacional para el VIH/SIDA, Hepatitis viral, ETS (enfermedades de transmisión sexual) e incluso de Prevención de Tuberculosis, donde se trabaja para prevenir una epidemia de VIH/SIDA entre residentes transgénero, y que también se enfocan en buscar reducir las disparidades en el acceso al cuidado de la salud que aún prevalecen. En el CDC, se desarrollan investigaciones importantes, tales como la enfocada en los defectos de nacimiento provocados por el virus del Zika, que afecta a fetos en desarrollo.
Eliminar esas palabras de una propuesta presupuestal, como se ha sugerido, podría suponer eliminar el carácter prioritario del trabajo que hoy se desarrolla en las áreas citadas, y en las que los términos que se ha sugerido sean omitidos, explican el sentido de las mimas investigaciones y trabajos de prevención entre las comunidades diversas de este país.
Para muchos, esto es inédito, y también una evidencia más de los cambios en la forma de hacer política que parece promover el régimen en la actualidad. Se prevé, entonces, que haya una respuesta fuerte por parte de la comunidad científica, a la que se sumaran agencias de defensa de derechos humanos y de servicio público, tanto gubernamentales como sin fines de lucro.
Mientras las cosas se aclaran, es de esperar que el presupuesto que ejerce el CDC, de más de 7 mil millones de dólares, no se vea afectado significativamente, pues se trata de una agencia que tiene impacto enorme en el país, y el mundo entero.
