MINNEAPOLIS, MN
Los resultados de una investigación financiada por la fundación Bush fueron presentados por la publicación en línea Minnpost. Partiendo de que por el último año Tracine Asberry, miembro de la Mesa Directiva de las Escuelas de Minneapolis, buscaba evidenciar que una política adoptada por la mesa directiva en octubre del 2013, que requería una evaluación del impacto que ha tenido cada nueva política o programa adoptados, en materia de equidad en las escuelas de la ciudad –algo equivalente a una evaluación del impacto ambiental en una región.
Con base en los resultados de la evaluación en equidad presentada por la organización Voces por la Justicia Racial (anteriormente Proyecto de Aprendizaje Organizacional OAP), el proceso de evaluación que se implementaría en las Escuelas Públicas de Minneapolis, se habría presentado como la implementación de un modelo nacional. Los resultados no se han visto, y antes al contrario, persisten dudas respecto a la implementación del proyecto.
Se trata de un distrito escolar en donde las diferencias escolares han sido puntualizadas y múltiples veces analizadas, a fin de resolverlas. Estas mismas diferencias han acarrado profundos cambios en las estructuras administrativas del sistema escolar, habida cuenta la cantidad de proyectos que se han probado, con mínimos resultados. Como ejemplo, la publicación lista los siguientes:
A) En el caso del Departamento Escolar Nativo Americano de las Escuelas Públicas de Minneapolis, se habría propuesto que se integrara a una nueva oficina de Servicios Educativos y Culturales, posición de la que las autoridades se retractaron al conocer la reacción de las comunidades nativas americanas, cuyos líderes demandaron que ello no ocurriera, y que se abriera un más eficaz sistema de comunicación.
B) Una propuesta de transitar a días de siete períodos en las escuelas preparatorias se ha implementado en las escuelas Washburn y Sur, en tanto que la Roosevelt cuenta ya con el sistema en operación. El argumento de que tendría que ser exitoso por ello, cae cuando las características de la población estudiantil en cada una de ellas es diferente, y además de que Roosevelt es una escuela que enfrenta enormes inequidades, que es algo que debiera haber sido diagnosticado antes de buscar replicar el modelo. Un modelo que además será costoso e impactará a los presupuestos de las escuelas.
C) La relativamente nueva directora de educación especial en el distrito escolar, Rochelle Cox, evidenció que los sistemas de diagnóstico de estudiantes con Desorden de Comportamiento Emocional son desproporcionadamente negros, quienes son automáticamente enviados a la escuela de educación especial Harrison, en donde, sus posibilidades de graduación de preparatoria son cercanas a cero. Se requiere entonces, reformular el modelo educativo que ofrece Harrison, y comenzar de nueva cuenta y frescos.
“… será un viaje largo y sinuoso. Pero contamos con culturas enraizadas aquí. Y por ello pensamos en la educación especial no como un servicio sino más bien un lugar en el que colocamos a nuestros hijos. Y hasta que enfrentemos ese problema como un distrito escolar, no podremos avanzar al frente. Así que tendremos que escarbar profundamente, con base en nuestras creencias básicas.” Dijo Cox.
Hace falta seguir los pasos de Asberry, y mirar con detalle la situación que prevalece en las escuelas de Minneapolis, a fin de no implementar programas e ideas que no resolverán la inequidad en la educación que aún prevalece. Eso requiere, dice Asberry, de que las autoridades sean realmente capaces de escuchar las voces de la comunidad.
