MINNEAPOLIS, MN
Instagram, propiedad de Facebook, presentó hoy la aplicación Threads, que complementa a la original como un lugar para comunicarse y compartir imágenes solo con las amistades más íntimas y que entre otras cosas incluye un seguimiento automático de las actividades que se encuentra haciendo el usuario.
Threads nace como consecuencia de la extensión “amigos cercanos” que Instagram introdujo el año pasado, ya que al descargar la aplicación, esta conectará directamente solo con esas personas seleccionadas previamente, con la idea de erigirse en una aplicación complementaria de esa red social con un ambiente más íntimo.
Una vez abierta la aplicación, la pantalla de inicio dirige directamente a la cámara, con la idea de que el usuario pueda tomar una fotografía y compartirla de inmediato.
Para ello, Threads dispone de la opción de crear “accesos directos” a aquellas personas con quienes más contenidos se compartan de forma habitual, de manera que sus iconos aparezcan en la pantalla principal y que, tras tomar una foto, baste con pulsar sobre su imagen para enviársela.
El elemento más novedoso de Threads y, previsiblemente, el que más controversia traerá dado el historial de Instagram y, sobre todo, de su empresa matriz, Facebook, es que el usuario puede seleccionar la opción “estatus automático”, que se sirve de la geolocalización para de forma automática ir ofreciendo al resto de internautas actualizaciones de qué se encuentra haciendo en cada momento.
Así, estos estados irán cambiando de “en el trabajo” a “en casa”, “en el transporte”, “en el cine”, “en el campo”, etc. a medida que vaya avanzando la jornada.
Instagram indicó que, pese a que la información con la que crean estos estados es geográfica, la ubicación del usuario no será visible para el resto de la red y puso énfasis en que lo que se comparte no es el “dónde”, sino el “qué”.
Dadas sus características, Threads parece un nuevo intento por parte de Instagram (y de Facebook) de ganar terreno a su competidor Snapchat, con una apuesta dirigida de forma muy directa al público más juvenil y lo suficientemente independiente de Instagram para que, en caso de fracasar, no afecte a la aplicación matriz.
La compañía que dirige Mark Zuckerberg se ha visto envuelta en los últimos años en multitud de escándalos que han lastrado significativamente su imagen pública, siendo el mayor de ellos el de la consultora británica Cambridge Analytica, que utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.
La empresa se sirvió de datos de la plataforma para elaborar perfiles psicológicos de votantes, que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente, Donald Trump, durante las elecciones de 2016, entre otros.