Otro vídeo del suceso mostró días después otra versión de los hechos en los que un grupo de personas que se identifican como miembros de los Hebrew Israelites se burlan del grupo de jóvenes católicos y hacen comentarios racistas contra los indígenas.
El mismo Trump salió en defensa de Sandmann y sus compañeros, “convertidos” según el presidente “en símbolos de las noticias falsas y lo malvadas que pueden ser”.
La diócesis católica de Covington (Kentucky) elaboró un informe sobre el suceso y dijo que no vio comportamientos racistas en los escolares.
En su demanda contra el The Washington Post, Sandmann afirma que el rotativo “participó en una forma moderna de macartismo” en su contra para “fomentar su conocida y documentada agenda sesgada contra Trump”.
Acusa al The Washington Post de publicar una serie de artículos falsos y difamatorios “para desprestigiar a un joven que, en su opinión, era una víctima aceptable en su guerra contra el presidente”.
El Post dijo que está estudiando la demanda y que planea ejercer una “fuerte defensa”.