MINNEAPOLIS, MN
Los jueces que conforman la suprema corte de justicia de los Estados Unidos han expresado sus dudas sobre las leyes que rigen en al menos una docena de estados en las que se criminaliza a quienes sean detenidos por sospecha de conducir en estado de ebriedad, y que se rehúsen a tomar la prueba de contenido de alcohol en el cuerpo.
Los jueces han escuchado argumentos este miércoles, 21 de abril de 2016, en tres casos que cuestionan las leyes en Dakota del Norte y en Minnesota. Dichas leyes criminalizan una negativa a someterse a pruebas de presencia de alcohol en la sangre, aliento u orina, si la policía no cuenta previamente con una orden judicial al respecto.
Entre los conductores que han sido perseguidos bajo esas leyes, hay quienes reclaman que dicha persecución viola la prohibición constitucional sobre la práctica de registros y detenciones arbitrarias. Los tribunales supremos estatales de Minnesota y Dakota del Norte expresan respeto por las leyes.
En los juzgados locales se ha presionado a los abogados que representan al estado sobre las razones por las cuales los oficiales no pueden contar con una orden legal cada tiempo en el que la policía desea que un conductor se someta a una prueba de alcohol. El Juez Stephen Breyer señaló a las estadísticas que muestran que lleva tan solo cinco minutos en promedio el obtener una orden judicial por teléfono en el estado de Wyoming, y 15 minutos en Montana.
Thomas McCarthy, abogado representante del estado de Dakota del Norte, dijo que el estado “obtiene una oferta” con los conductores al encontrarse con conductores y hacer del consentimiento a tomar la prueba de alcohol una condición por el privilegio de conducir en los caminos estatales.
Ante ello, el juez Anthony Kennedy dijo que los estados están solicitando una excepción extraordinaria al convertir en un crimen el que la gente sea consciente de sus derechos constitucionales, Kennedy ha mostrado frustración cuando McCarthy se rehusó a responder a las diversas y reiteradas preguntas sobre las razones por las cuales las órdenes judiciales expeditas no podrían ser aplicadas en el mismo estado de Dakota del Norte.
Kathryn Keena, fiscal representante del estado de Minnesota, sugirió que algunas áreas rurales cuentan con solo un juez bajo llamado, haciendo de buscar una orden judicial un verdadero problema cada ocasión que se requiera. Keena dijo también que incluso se emitiese una orden judicial, un conductor podría aún negarse a la prueba de alcohol y entonces enfrentar cargos menores por obstrucción en la aplicación de una orden judicial, en comparación de los que tendría que enfrentar por conducir en estado de ebriedad.
Ante ello, la juez Sonia Sotomayor sugirió que los estados podrían entonces reformar sus reglamentes, e imponer mayores castigos por no acceder a una orden judicial.
Hoy, en Minnesota, la ley indica que una primera negación a tomar pruebas de aliento puede significar una sentencia mínima de tres años de prisión.
Otros estados en los que rehusarse a la prueba de alcohol son Alaska, Florida, Hawái, Kansas, Luisiana, Nebraska, Rhode Island, Tennessee, Vermont y Virginia.
