SAINT PAUL, MN
La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, afirmó este jueves que “aquellos que asediaron violentamente nuestro Capitolio son lo opuesto a todo lo que esta Administración defiende”, en una breve declaración a la prensa.
“La violencia que vimos ayer en el Capitolio de nuestra nación fue terrible, reprobable y contraria a la manera estadounidense. La condenamos, el presidente (Donald Trump) y esta Administración, en los términos más enérgicos posibles”, indicó McEnanny.
El miércoles cientos de seguidores del presidente saliente irrumpieron en el Capitolio durante una sesión conjunta de ambas cámaras cuando iban a contar los votos del Colegio Electoral y ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en los comicios presidenciales del 3 de noviembre. Estos actos violentos se cobraron las vidas de cuatro personas.
Durante la jornada de ayer, Trump tuiteó justificando la actitud de sus seguidores y en un momento dado les pidió que fueran “pacíficos”, poco antes de que la red social decidiera suspender temporalmente la cuenta.
Además, Trump, que no ha reconocido su derrota en las elecciones, culpó a su vicepresidente, Mike Pence, que presidía la sesión en el Congreso, del caos generado por no haberse otorgado poderes que no le concede la Constitución para revocar la victoria electoral de Biden durante la sesión legislativa.
McEnany insistió este jueves en que los actos de ayer “son inaceptables y aquellos que infringieron la ley deberían ser juzgados con el máximo peso de la ley”.
“Lo que vimos ayer fue un grupo de alborotadores violentos socavando los derechos de la I Enmienda de la Constitución (que garantiza la libertad de reunión) de los miles que vinieron pacíficamente a alzar sus voces en la capital de la nación”, indicó.
Subrayó que las personas en el Capitolio “están trabajando para garantizar una transición ordenada del poder”.
Tras esos actos violentos, la portavoz de la Casa Blanca hizo un llamamiento a la unión de los estadounidenses: “Ahora es el momento para que Estados Unidos se una para rechazar juntos la violencia que hemos visto”.
“Somos un pueblo estadounidense, ante Dios”, zanjó.