MINNEAPOLIS, MN
La Casa Blanca negó este viernes que esté estudiando, de momento, la posibilidad de imponer un mandato nacional para exigir que los estadounidenses se vacunen contra el coronavirus, a pesar del aumento de casos de la variante delta.
“Un mandato nacional de vacunación no está bajo consideración en este momento”, dijo hoy la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa.
Jean-Pierre matizó así las palabras del presidente estadounidense, Joe Biden, quien el día anterior dejó la puerta abierta a una norma federal.
“La cuestión es si el Gobierno federal puede ordenarlo a todo el país. Aún no lo sé”, afirmó Biden en respuesta a la pregunta de una periodista.
Jean-Pierre indicó que la Casa Blanca no está barajando esa posibilidad y aseguró que “no tenía nada más que añadir” cuando se le preguntó si el presidente ha consultado con el Departamento de Justicia la viabilidad legal de ese hipotético mandato.
La portavoz insistió en que el mensaje prioritario del Gobierno estadounidense es alentar a la población a que se vacune.
“Es la única manera en la que detendremos la expansión de la variante delta y, como todos sabemos, salvaremos vidas”, sostuvo tras dejar claro que los estados, localidades y empresas sí tienen el poder para imponer mandatos de vacunación o de uso de mascarillas.
También descartó la necesidad de ordenar nuevos confinamientos, a pesar del último documento firmado por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) que afirma que las personas que han completado la vacunación para la covid-19 pueden transmitir la variante delta tanto como las no vacunadas, aunque tienen menos riesgo de presentar síntomas severos.
“Tenemos las herramientas para luchar contra esta variante. No nos dirigimos a un confinamiento”, apuntó.
Aunque la idea de obligar a la vacunación es muy polémica en un país como Estados Unidos, donde la libertad individual se valora enormemente, cada vez más empresas se están planteando la idea.
Esta semana, compañías como Google, Facebook o Lyft exigieron que todos los trabajadores que vuelvan a sus oficinas estén vacunados, y la Casa Blanca confía en que el mandato a los empleados federales anunciado por Biden inspire a más empresas a seguir ese ejemplo.
No está claro cuántos trabajadores del Gobierno están ya vacunados, pero el anuncio de Biden generó críticas en algunos sectores del personal federal, entre ellos el sindicato de empleados del servicio postal y una asociación de agentes de seguridad y aplicación de la ley.