MINNEAPOLIS, MN. Por Gina Rodríguez, Administradora Regional de la Oficina de la Mujer en el Departamento de Trabajo de EE. UU.
El Día de la Igualdad Salarial es la fecha hasta cuando una mujer debe trabajar en este año para recibir el mismo pago que un hombre recibió en el año anterior. En el 2022, el Día de la Igualdad Salarial es el, 15 de marzo, 74 días después de haber cerrado el año.
Si eres mujer, el dinero que ganaste hasta ese día ya estaba en el bolsillo de un hombre desde el 31 de diciembre. Viendo las cosas así ayuda a entender la injusticia fundamental que existe en la persistente brecha salarial de género y raza que enfrentamos en el país. Lamentablemente, esa brecha salarial es aún mayor para las mujeres negras (64 por ciento) y las mujeres hispanas (57 por ciento) en comparación con los hombres blancos no hispanos.
La administración Biden-Harris ha hecho la erradicación de desigualdad de género y racial el tema central de sus políticas para construir un país mejor. El Plan de Rescate Estadounidense y la Ley de Infraestructura Bipartidista contienen medidas significativas para combatir las desigualdades estructurales.
Para comprender la brecha salarial de género en nuestra economía actual, especialmente a raíz del COVID-19, el departamento publicó un nuevo reporte:
“Asumir el costo: cómo la sobrerrepresentación en trabajos infravalorados desfavoreció a las mujeres durante la pandemia.” El informe examina las variadas experiencias de las trabajadoras durante la pandemia. Algunas perdieron sus empleos, otras dejaron su trabajo para cuidar a sus hijos o a su familia, y otras realizaron trabajos esenciales poniendo en riesgo su salud y seguridad. En medio de todo esto, por primera vez en una recesión moderna, las mujeres vieron peores impactos en el empleo que los hombres. Las mujeres perdieron 11,9 millones de empleos en comparación con los 10,1 millones de hombres entre febrero y abril de 2020.
El informe analiza un concepto conocido como “segregación ocupacional” por género, o la división de hombres y mujeres en diferentes tipos de trabajos. Por ejemplo, el 93% de los trabajadores de cuidado infantil son mujeres, pero las mujeres son solo el 2% de los electricistas. El impacto de la segregación ocupacional por género es que los tipos de trabajos donde se concentran las mujeres se valoran menos y pagan salarios más bajos que aquellos en los cuales se concentran los hombres. La segregación ocupacional por género contribuyó a la mayor pérdida de empleo de las mujeres durante la pandemia. Sus causas son profundas y generalizadas en nuestra sociedad, y van desde la discriminación abierta hasta los estereotipos sutiles y las normas sociales que empujan a las mujeres hacia determinados campos de estudio, oficios y trayectorias profesionales.
La segregación ocupacional por género tiene consecuencias muy significativas. Preserva las brechas salariales de género y raciales y reduce el crecimiento económico en general. La segregación ocupacional por género en industria y oficio les costó a las mujeres negras un estimado de $39.3 mil millones, y a las mujeres hispanas un estimado de $46.7 mil millones en salarios más bajos en comparación con los hombres blancos no hispanos en 2019.
DOL estudió los efectos locales de la segregación ocupacional por género y encontró que en Minnesota:
- La brecha salarial de las mujeres en comparación con los hombres fue de $0.81 centavos por dólar;
- La brecha salarial de las mujeres hispanas en comparación con los hombres blancos no hispanos fue de $0.53;
- La brecha salarial de las mujeres negras en comparación con los hombres blancos no hispanos fue de $0.60.
En el 2019 en Minnesota, el costo a las mujeres debido a la segregación ocupacional de género e industrial fue una pérdida de $304 millones para las mujeres hispanas y $296 millones para las mujeres negras.
La buena noticia es que hay manera de combatir estas desigualdades. Por ejemplo, si una mujer está en un sindicato, alcanzó las ganancias que los hombres tuvieron en el 2021 antes del Día de San Valentín de este año, conocido como el Día de la Igualdad Salarial de las Mujeres de Sindicato. Es por eso que el secretario del Departamento del Trabajo, Marty Walsh, ha apoyo la organización de los trabajadores y la negociación colectiva, una característica clave de la Iniciativa de Buenos Empleos del departamento. Es un esfuerzo para aprovechar el poder de los trabajadores sin precedentes para avanzar hacia condiciones de trabajo más justas y sostenibles para todos.
También podemos tomar otras acciones, incluyendo:
- Apoyar a las mujeres para que entren en oficios no tradicionales que pagan mejor.
- Luchar para aumentar los salarios y mejorar la calidad de trabajos dominados por mujeres.
- Ofrecer servicios de cuidado infantil de alta calidad, asequibles y accesibles.
- Aumentar la financiación de cuidado en casa para personas de la tercera edad y personas con discapacidades.
- Apoyar la licencia pagada por enfermedad y/o a licencia familiar pagada.
- Fortalecimiento de protecciones por el pago por horas extras.
- Programación predecible en horarios de trabajo.
- Garantizar la equidad de género y racial en todos los trabajos, especialmente en los trabajos de clima e infraestructura recién creados en proyectos financiados por la ley de infraestructura bipartidista.
Lo que es más importante, es reconocer que no debamos aceptar el mantener el statu quo (74 días adicionales de trabajo antes de recibir la misma compensación que los hombres), ni debemos resignarnos a la injusticia simplemente porque es tan típica. Al contrario, debemos apoyar una recuperación de la pandemia que sea verdaderamente equitativa, y imaginarnos un Día de la Igualdad Salarial que sea justo, el 31 de diciembre.
Gina Rodríguez es la administradora regional de la Oficina de la Mujer del Departamento de Trabajo de los EE. UU. en Chicago, que desarrolla políticas y normas y realiza investigaciones para salvaguardar los intereses de las mujeres trabajadoras. Creció en la comunidad de La Villita en Chicago.