MINNEAPOLIS, MN.-
La creciente desconfianza en el proceso electoral de Estados Unidos podría suponer una amenaza para la democracia estadounidense y su Estado de derecho, más allá de quien gobierne la Casa Blanca, advirtieron este lunes expertos.
Los ciudadanos de EE.UU. están llamados a las urnas el 5 de noviembre para elegir entre el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) o la candidata demócrata, la vicepresidenta, Kamala Harris.
Pero según se destacó este lunes en el centro de pensamiento Brookings Institution de Washington, la falta de confianza que se ha ido generando en el país desde que Trump perdió las pasadas elecciones ante el demócrata Joe Biden, asegurando falsamente que hubo fraude electoral, podría hacer temblar los cimientos del sistema.
“Más de un tercio, tal vez la mitad de nuestros compatriotas no tienen fe en nuestras elecciones. Eso es un enorme problema a largo plazo. En realidad es un problema bipartidista, porque no importa quién gane. Si la gente no tiene fe en los resultados, será casi imposible que esa persona gobierne con eficacia”, lamentó el politólogo y catedrático Benjamin Ginsberg en ese encuentro.
Trump y los suyos han continuado alentando el fantasma del fraude electoral con el fin de allanar el terreno ante una posible segunda derrota.
Para los expertos invitados al panel, las campañas de desinformación han sido las grandes responsables de la pérdida de confianza en el sistema.
La columnista del Washington Post Jennifer Rubin responsabilizó a los medios, como el suyo o The New York Times, de no siempre separar “realidad y ficción” y publicar artículos con afirmaciones falsas que luego se usarán “para impugnar los resultados”.
“No tenemos dos candidatos normales. Tenemos uno (Trump) que ha rechazado la democracia, el pluralismo y el Estado de derecho, y seguir cubriéndolo como si no hubiera diferencia entre ellos hace un gran flaco favor al electorado”, afirmó.
En este sentido, crítico la decisión del Post de no respaldar a un candidato para estas elecciones, cuando la mayoría de veces lo había hecho a favor del aspirante demócrata, ya que, a su juicio, “resta credibilidad e integridad” y es propio de la autocensura de los regímenes totalitarios.
Por su parte, Elaine Kamarch, directora y fundadora del Centro para una Gestión Pública Eficaz y miembro del think tank, aseguró que no volverá a haber un asalto al Capitolio como el de 6 de enero de 2021, pero no porque esas amenazas hayan desaparecido, sino que se han dirigido a un nivel más local con el objetivo de perturbar el día de las elecciones.
“Las amenazas han ido ahora adonde hay menos recursos para luchar contra ellas, y eso será a nivel de distritos y condados”, expuso.
Según un informe publicado por Brookings Institution, hay al menos 50 condados que presentan riesgo de no certificar los resultados tras los comicios y todos ellos se encuentran entre los siete estados claves.
Pese a los intentos de alterar el resultado, todos los expertos aseguraron sin dudas que el proceso electoral será “seguro, libre y justo” e instaron a las administraciones a emplear medidas que no provoquen confusión entre los ciudadanos, como un retraso en la publicación del desenlace.