SAINT PAUL, MN
La mayoría de los nuevos propietarios de vivienda en Estados Unidos en las próximas décadas serán hispanos, según un nuevo estudio que prevé que el número de personas que compran casa se reducirá de manera considerable entre ahora y 2040.
Según el informe titulado “The Future of Headship and Homeownership”, del Urban Institute, cinco millones o 70 % de las 6,9 millones de personas que se convertirán en dueños de casa entre 2020 y 2040 serán latinos.
“La población latina es más joven que la blanca y la negra y muchos de los miembros de la comunidad hispana están llegando a la edad en que es más usual comprar vivienda”, dijo a Efe Laurie Goodman, una de las autoras del reporte de la organización de investigación sin fines de lucro.
El estudio predice que se formarán 16,1 millones de nuevos hogares entre 2020 y 2040, de los cuales 57 % o 9,3 millones vivirán en una vivienda de alquiler y 43 % o 6,9 millones lo harán en una casa propia.
Durante ese lapso, los nuevos hogares pertenecientes a la comunidad hispana crecerán en 8,6 millones, los de otros grupos (en su mayoría asiáticos) en 4,8 millones y los de familias afroamericanas lo harán en 3,4 millones, mientras que los blancos se reducirán en 0,6 millones, indica el informe.
Entre los hallazgos del estudio se encontró que en la actualidad un porcentaje importante de los adultos jóvenes viven con sus padres, manifestó Goodman, autora principal del análisis.
En las recomendaciones el reporte señala que, para apoyar al gran número de hogares de personas mayores que se prevén en las próximas décadas, “debemos centrarnos urgentemente en desarrollar e implementar políticas que aborden sus necesidades específicas”.
“Para prepararnos para el aumento de inquilinos y los cambios demográficos venideros, necesitamos aumentar la oferta de viviendas asequibles y adaptar mejor estas viviendas a las necesidades de los futuros propietarios e inquilinos a través de regulaciones de zonificación y uso de la tierra más flexibles”, añade el documento como otra de las recomendaciones.
Asimismo, las autoras del estudio sostienen que para reducir la brecha racial que existe, hay que mejorar y ampliar la educación financiera y aumentar la visibilidad, el acceso y los tipos de programas de asistencia para el pago inicial, así como también reexaminar cómo se califican a los prestatarios para hipotecas, entre otras conclusiones.
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