Washington, 1 ene (EFEUSA).-
La NASA desveló hoy los primeros detalles concretos del objeto celeste más lejano jamás explorado por la Humanidad, Ultima Thule, situado en el cinturón de Kuiper a unos 6.500 millones de kilómetros de distancia del Sol, después de que la nave New Horizons lo haya sobrevolado esta medianoche.
Antes de esta misión, el equipo liderado por el científico Alan Stern, del Instituto de Investigación Southwest, sopesó la idea de que Ultima Thule fuese la unión de dos objetos planetarios distintos.
Sin embargo, el científico de la Universidad Johns Hopkins, Hal Weaver, aseguró hoy que se trata de un solo asteroide con una forma similar a un cacahuete o un bolo, después de ver las últimas imágenes de Ultima Thule, aún de muy baja resolución.
“Eso es bastante común entre los cuerpos celestiales pequeños del Sistema Solar”, aclaró Weaver en una rueda de prensa convocada tras recibir la primera señal de New Horizons después de completar la misión.
Según Weaver, esta forma explicaría otro misterio de este lejano cuerpo celeste: sus variaciones de brillo.
Por su parte, Stern aclaró en esa conferencia de prensa que las imágenes pancromáticas de más alta resolución “no llegarán hasta febrero, aproximadamente”.
El líder de la misión aprovechó para felicitar la labor de todos los integrantes del equipo de New Horizons, cuya tarea calificó de excelente.
“El equipo de New Horizons hace que parezca fácil. No lo es. Este equipo pasó tres años y medio trabajando duro para que esto sucediera. Y por lo que podemos ver, obtuvieron una puntuación del 100 %”, dijo Stern, que anunció que empezarán a escribir el primer artículo científico sobre la misión esta misma semana.
Ultima Thule, que fue el nombre elegido por el público en una convocatoria de la NASA para nombrar al objeto conocido hasta ese momento como 2014 MU69, proviene de un término de origen griego usado por geógrafos romanos y medievales para indicar un lugar “situado más allá del mundo conocido”.
Pese a que el sobrevuelo a ese asteroide rocoso ocurrió a medianoche a una distancia de unos 3.500 kilómetros del objeto, la primera señal de New Horizons después de completarlo llegó a las 10.30 hora local (15.30 GMT) a la Estación de Rastreo de la Red del Espacio Profundo, situada en Madrid.
Esto sucede porque Ultima Thule se encuentra a 6 horas y 7 minutos luz de la Tierra, según explicó uno de los encargados de esta misión.
Otro de los retos de esta misión espacial es determinar la duración de la rotación sobre sí mismo del pequeño asteroide, de apenas 30 kilómetros de diámetro.
De acuerdo a los últimos hallazgos, los científicos consideran que esa rotación duran entre 15 y 30 horas, a falta de más datos para confirmar esta hipótesis.
Preguntada sobre si New Horizons ha cumplido con las expectativas de la misión, la jefa de operaciones, Alice Bowman, dijo que desde el punto de vista de la navegación, la sonda “hizo todo lo que se suponía”.
No obstante, Stern no pudo certificar con total seguridad que las cámaras del aparato estuvieran “perfectamente centradas”, aunque comentó que eso se conocerá en los próximos días.
Después de que se hiciera oficial que New Horizons había completado con éxito el sobrevuelo, el jefe de la NASA, Jim Bridenstine celebró que la agencia espacial estadounidense, junto a sus colaboradores en esta misión, la Universidad Johns Hopkins y el Instituto de Investigación Southwest, “han vuelto hacer historia otra vez”.
Ultima Thule está ubicado en una de las regiones más remotas del Sistema Solar, conocida como el cinturón de Kuiper, en honor al astrónomo que predijo su existencia en la década de los años cincuenta, Gerard Kuiper.
La nave New Horizons estuvo seis meses de hibernación hasta junio de este año, cuando retomó su trayecto a este misterioso objeto celeste, de apenas 30 kilómetros de diámetro.
Los científicos y astrónomos a cargo de esta misión esperan que la información que recabe New Horizons ayude a entender mejor la formación del Sistema Solar y cómo se construyeron los planetas.