MINNEAPOLIS, MN.-
La organización animalista internacional PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales, en español) trató de boicotear este jueves el Concurso de Comer Perritos Calientes de Nathan’s Famous, celebrado anualmente en Nueva York y el más conocido de este tipo a nivel mundial.
PETA se desplazó por los alrededores de la península Coney Island, que acoge el evento, con un camión empapelado de imágenes hiperrealistas a tamaño rel de cerdos enjaulados y de un altavoz que emitía a todo volumen gruñidos de estos animales antes de ser llevados al matadero, así como un mensaje subliminal cada 10 segundos sugiriendo a los asistentes que se hicieran veganos.
“Hemos venido aquí para concienciar a la gente de que detrás de cada perrito caliente, hay un animal que fue asesinado y sentía”, explicó la administradora general del tour de PETA en Nueva York, Marnie Chambless, a EFE.
El vehículo de PETA, conocido como el “Infierno sobre ruedas”, simboliza “un llamamiento a cualquiera que coma cerdos, vacas u otros animales para que recuerde la crueldad de la industria cárnica”, recalca la organización.
“Hay un montón de recetas sabrosas y saludables veganas que estamos repartiendo aquí para que las familias vean que hay alternativas”, contó Chambless a EFE desde el lugar.
La expectación de los aficionados por el certamen provocó que el impacto del acto de PETA se viera muy reducido, sumado a las trabas de la Policía de Nueva York para que el camión no circulara por las inmediaciones, que constató EFE.
PETA trataba con esta iniciativa de aprovechar el contexto de polémica que ha rodeado a esta edición del certamen de Nathan’s Famous, que descalificó a su flamante campeón en 16 ediciones Joey Chestnut después de que éste hiciera publicidad a la empresa vegana de salchichas Impossible Foods.
Cada año mueren más de un millón de cerdos y, al menos, otros 40.000 sufren lesiones durante el transporte a los mataderos debido a la climatología extrema -golpes de calor o congelación-, según PETA.
Y añaden: “En la industria cárnica, los trabajadores cortan el rabo a los lechones, les cortan los dientes con alicates y castran a los machos, todo ello sin alivio del dolor”.
