MINNEAPOLIS, MN
Este lunes iniciaron las discusiones en el seno de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, a fin de decidir sobre el plan del presidente Barack Obama que permitiría a millones de inmigrantes indocumentados no ser deportados y que abriría la posibilidad de que trabajaran legalmente en el país. Se registró un largo debate en torno a la propuesta del presidente demócrata, que ha sido cuestionada en diversos estados del país, y que finalmente fue turnada a la corte suprema a fin de que se decida su destino.
Se trata de una corte que se encuentra profundamente dividida, y en particular ante la falta de un miembro que logre romper el cerrado empate que hay al momento de votar por cualquiera que sea la resolución.
Hoy, como acaso nunca habría ocurrido, un empate en la votación 4 – 4 parece una posibilidad real e irreconciliable, lo cual se traduce en una situación en la que la corte de apelaciones como la instancia que habrá de decidir si el plan del presidente es o no bloqueado, y con ello limitando la posibilidad de que el caso sea revivido antes del término del período presidencial de Barack Obama.
Un empate en la votación sería una situación sin precedente en la Suprema Corte y por lo tanto abriría la posibilidad de que una serie de cuestionamientos renovados al plan de Obama fueran encaminados igualmente a otras instancias alternas a la corte suprema, o bien a dejarle en espera hasta que la Corte sea restaurada en su poder completo, con la adición de un nuevo miembro de la Corte.
El Juez de Justicia John G. Roberts Jr. ha planteado serios cuestionamientos y se mantiene escéptico sobre la posición de la administración en la Corte. En este momento, pareciera que se apunta a no apoyar a los cuatro miembros de la corte más liberales en el sentido de desentender la demanda en contra de la propuesta de Obama, con la base de que quienes la han criticado no han sufrido lesiones que justifiquen cualquier demanda. Una resolución basada en mantener la propuesta sería una enorme victoria para la administración.
El caso, que fue introducido por el estado de Texas y otros 25 estados, podría aun generar una decisión significativa con base en el poder presidencial y considerando las políticas de inmigración, en medio de las campañas electorales que han abordado ambos asuntos.
En caso de que Obama perdiese en este caso, los políticos republicanos reivindicarían las acusaciones que han hecho en su contra, en el sentido de que Obama ha actuado fuera de la ley, excediendo los límites del poder presidencial y que no ha hecho lo suficiente para asegurar las fronteras del país. Una victoria para Obama podría representar una de las herencias centrales de su presidencia y afectaría las vidas de incontables familias de inmigrantes.
La discusión en el seno de la corte fue candente, con argumentos en favor y en contra de la propuesta de Obama, siendo el juez en jefe Roberts, quien cuestionaba” ¿Podría el presidente garantizar una suspensión de remoción de cada extranjero presente en el país ilegalmente hoy?”
En Texas se argumenta que el daño hecho al estado radica en el costo que implica el extender licencias de conducir a inmigrantes indocumentados, por lo que el juez Roberts sostiene que si ha habido daño con la medida.
Estemos atentos a lo que ocurre, habida cuenta que existen grupos que han expresado apoyo a una y otra posiciones en estos días.