MINNEAPOLIS, MN
Durante el período de consolidación urbana, es posible observar períodos de reacomodo y por tanto de reconfiguración. A momentos de deterioro de algunas zonas, sigue el reacomodo de la población, con el surgimiento de vecindarios en los que prevalecerán condiciones de vida no muy prometedoras. Por lo regular, las zonas deterioradas se ven pronto caracterizadas por la presencia de gente en estado de pobreza que, al no contar con recursos, optan por ocupar viviendas que han sido abandonadas, o vendidas a precios muy bajos. En muchas ocasiones, la población originaria decide mudarse a otros vecindarios “más seguros”, o en los que encontrarán a vecinos que presentan semejanzas a ellos, por cuanto a estilos de vida e ingresos.
Al cabo de algún tiempo, quienes se han mantenido en los barrios deteriorados, llegarán a una condición en la que su situación será insoportable, y llegarán a perder las propiedades que ocupan al no poder siquiera cubrir los costos básicos que tener esas viviendas implica. Entonces surgen proyectos que se traducen en el proceso de renovación y reconstrucción de las zonas deterioradas, con muy bajos costos, impulsando el influjo de gente de clase media o incluso más afluentes, en esas áreas, acelerando el desplazamiento de la gente pobre en el vecindario.
A este proceso se le conoce como “gentrificación”, y se ha documentado como presente en diversas áreas urbanas a lo largo del país. Atlanta, Washington DC, San Louis, Denver, Seattle, Denver y Minneapolis, son ciudades que se consideran laboratorios de rápida gentrificación. Atlanta ha sido el caso más notable hasta el momento, pero algunos vecindarios dentro de Portland, Minneapolis, Seattle y Denver, continúan observando continuo incremento en los niveles de ingreso de sus habitantes. Pero ello es debido a un creciente número de nuevos habitantes que pertenecen a la clase media y de mejores recursos, que en el pasado se habían mudado fuera de la ciudad, para asentarse en los suburbios.
Durante algunos años, este comportamiento de la población causó preocupación entre quienes analizaban el impacto que el mismo proceso habría de tener entre los habitantes de la región. Para muchos, este fenómeno provocaría un nuevo desplazamiento de población, con la expulsión gradual y completa de los habitantes menos afluentes de las zonas urbanas. Existen suficientes evidencias en ese sentido, incluyendo la construcción de nuevos y modernos edificios, tal como en el caso del corredor del tren ligero que recientemente se ha puesto en marcha conectando las ciudades de Minneapolis y Saint Paul.
Precisamente a las laderas de las nuevas vías del tren, nuevos complejos habitacionales han emergido, atrayendo a más y más jóvenes de clase media, con lo que el valor del suelo en los alrededores se incrementa, obligando a muchos de los residentes a buscar alternativas fuera de sus barrios tradicionales. Cabe entonces preguntarse, ¿a dónde se dirigen estos habitantes? En un reciente estudio publicado por la organización City Observatory, se sugiere que el proceso de gentrificación no debe ser lo más preocupante en este momento. Antes bien, es necesario poner atención a las zonas que han sido tradicionalmente las más pobres en las urbes. En aquellas en las que se concentran los grupos más desfavorecidos, como nuevos inmigrantes, y gente que no tiene recursos o estos son insuficientes. Y es ahí precisamente donde se ubican los nuevos desplazados.
La concentración de la pobreza es obvia en esos sitios, y se refuerza, aun cuando la gentrificación esté tomando lugar. En muchos casos, comunidades latinas o de otros grupos minoritarios son quienes se encuentran viviendo ahí. Y son ellos quienes se encuentran en mayor desventaja al buscar alternativas de vivienda, pues ni cuentan con los recursos, ni han construido historia crediticia, ni cuentan con información completa de cómo hacerlo. Ellos han sido afectados por el proceso de gentrificación, siendo obligados a relocalizar sus hábitats en barrios en los que el riesgo de violencia crece. Así, cuando vemos los cambios que ocurren alrededor como parte del proceso de gentrificación, cabe preguntarse si estamos siendo capaces de resolver los problemas de pobreza extrema que se concentran en los lugares tradicionales.