MINNEAPOLIS, MN
La del Sábado fue una mañana de colaboración entre comunidades residentes y otros voluntarios en la ciudad de Minneapolis que daba esperanza de una disolución de las protestas y enfrentamientos entre la policía y los grupos de personas.
Protestas comunitarias y pacíficas se desarrollaron a lo largo y cercanías de la urbe, conferencia de prensa lamentaba el descontrol de la noche de viernes y agrupaban a líderes de diferentes comunidades razas en un llamado a la comunidad local a permanecer en casa. Un dispositivo coordinado entre las fuerzas del orden y autoridades locales se iba a desarrollar justo después del toque de queda de las ocho de la noche.
Por la tarde y en el ocaso de las actividades de limpieza en Lake Street, era interesante ver la presencia y llegada de pequeños grupos de personas, en su mayoría jóvenes de toda raza y color; muchos de ellos vistiendo de negro, algunos de ellos evidentemente con problemas para localizar sitios, orientarse dentro de la avenida; era evidente que no eran parte de la comunidad local inmediata.
Muy cerca de ahí, un grupo bastante numeroso se agrupó en las afueras del quinto precinto del departamento de policía de Minneapolis, en una protesta pacífica; jóvenes rodeando a sus líderes quienes daban indicaciones finales y reforzaban la idea y misión del estar presentes en ese momento en ese lugar a sus seguidores.
Era evidente que algunas de estas experiencias eran primeras para muchos de los jovencitos. La adrenalina comenzaba a correr las indicaciones se daban con fuerza se recibían con frialdad o con llanto. Todas estas son descripciones de algunas de las imágenes que pudimos ver a través de la televisión pero también de la experiencia del que escribe a través de un recorrido justo a las cuatro de la tarde en la avenida. El sur de Minneapolis y sus autoridades se preparaban para reforzar el toque de queda .
Llegaban las ocho de la noche y no había señal de la Guardia Nacional, del gran y duro despliegue anunciado por las autoridades, poco después un “pitazo”, un llamado hizo que el numeroso grupo se moviera ordenadamente por la avenida Blaisdell hacia el norte, al parecer se dirigía hacia el centro de la ciudad de Minneapolis.
Se acercaban los oficiales y comenzaba el operativo.
Tan sólo un par de cuadras más adelante las fuerzas del orden grupos especiales lanzaban bengalas de humo hacia los manifestantes en un esfuerzo por dispersar al grupo, algunas balas de goma y una presión para que continuara su avanzada; exitosamente el grupo se dispersó y se logró controlar el área sin embargo de esto derivó la división multitudinaria y la incertidumbre del saber tener controlada la situación. La noche apenas comenzaba.
El despliegue de las autoridades fue impresionante, tomas aéreas mostraban la gran presencia tanto de patrullas locales, como patrullas del condado, vehículos pertenecientes a la Guardia Nacional y otras fuerzas del orden. No había mucho por donde escapar para estos grupos, comenzó el juego de policías y ladrones, del gato y al ratón.
Vecindarios estaban alerta, al desconocerse la identidad y la misión de estos manifestantes el peligro latente, vecindarios desde casa se resguardaban y muchos de ellos se preparaban para cualquier intromisión ajena. Muy al este de la Lake Street, incluso comerciantes tomaban sus armas y se postraban frente a su propiedad para defenderse.
Las autoridades continuaron la presión y establecieron la persecución y búsqueda de estas personas, sin ser fugitivos se habían convertido en sospechosos violadores del mandato estatal del toque de queda que les indicaba estar en casa y sin embargo; al estar agrupados a la hora de hacerse efectiva esta orden muchos de ellos tuvieron dificultad para encontrar caminos, recordemos muchos de ellos aquí no tienen casa.
La misión continúa es difícil saber cuál será la estrategia a seguir una vez el toque de queda se ha dispersado, de hecho ha culminado. Esta misión catalogada de exitosa por parte de las autoridades al menos ha resultado en la protección de la propiedad privada y pública.
Se han reportado arrestos de docenas de personas y se tramita su identificación, se busca su afiliación. Se ha reportado el encuentro de un cuerpo, una persona muerta en el sur de Minneapolis, vandalismo en automóviles de vecindarios; se han reportado extensiones del operativo hacia algunos vecindarios y suburbios de él área metropolitana, al sur en Richfield, al noreste en Roseville donde una persona fue encontrada baleada.
Se teme que grupos extremistas y grupos supremacistas blancos estén detrás de la organización de estos disturbios. Extraoficialmente se reportaron de grupos KKK en algunos vecindarios del sur de la ciudad de Minneapolis.
