MINNEAPOLIS, MN.-
Las madres trabajadoras en México son más propensas a padecer un agotamiento o “burnout” laboral que los hombres que son padres, especialmente en una situación de crisis, reveló este martes Centro de Investigación sobre la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE Business School.
El estudio, que se realizó durante la pandemia de covid-19, encontró que las madres en puestos de liderazgo experimentaron niveles más altos de agotamiento y despersonalización, dos de los tres criterios del “burnout”.
Basado en una escala del 0 al 6, las trabajadoras con hijos presentaron un nivel de 3,071 de agotamiento, por encima del 2,3 de los hombres que son padres.
Con respecto a la despersonalización, las mujeres obtuvieron 1,8 y los hombres 1,5, mientras que la percepción de eficacia fue menor en las mujeres (5,0) en comparación con los hombres (5,2).
El CIMAD indicó en un comunicado que este fenómeno presenta una tendencia desfavorable para las mujeres en situaciones de crisis, como fue la emergencia sanitaria de los últimos tres años.
“El estudio muestra que las madres presentaron un mayor nivel de ‘burnout’, debido a que sus niveles de agotamiento y despersonalización fueron mayores, mientras que, en la eficacia, la diferencia no refleja un cambio relevante”, destacó la directora del CIMAD, Yvette Mucharraz y Cano.
El periodo de la encuesta fue entre los meses de junio y agosto del 2021, con una participaron un total de 961 personas, de las que 776 eran madres de familia y 185 eran padres, y con un margen de error del 5 %.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de agotamiento presenta características como la carencia de energía, el incremento de la despersonalización, el negativismo o cinismo en las relaciones laborales, y la sensación de inefectividad en el trabajo.
El estudio, publicado en la revista científica “Gender in Management”, también sostiene que la pandemia exacerbó los desafíos que ya enfrentaban las madres trabajadoras, como compaginar las responsabilidades laborales y familiares.
“Durante la pandemia, las condiciones de aislamiento provocaron que las familias, especialmente las mujeres, tuvieran que sumar las labores domésticas con las de crianza-educación y cuidado infantil, así como de los adultos mayores o personas con discapacidad y enfermedades crónicas”, comentó Mucharraz y Cano.
Agregó que, en el periodo de contingencia sanitaria, los horarios laborales también eran irregulares y más largos que antes, lo que condujo a condiciones estresantes. Asimismo, el hecho que las escuelas permanecieron cerrradas durante la pandemia también generó “un extenso periodo de tiempo con la posibilidad de un estrés elevado”.
Según la investigación, las madres de familias de bajos ingresos presentaron más probabilidades de sufrir agotamiento, pues se sostiene que el nivel de ingresos y los esquemas de trabajo “son factores que mitigan el ‘burnout’”. Los hallazgos del estudio sugieren que los empleadores deben hacer más para apoyar a las madres trabajadoras, mientras que el trabajo híbrido, que implica trabajar desde casa y en la oficina, se posiciona como una solución al agotamiento laboral en madres trabajadoras.
Para los autores, esto se debe a que el esquema de trabajo híbrido permite tener más control sobre el equilibrio entre la vida personal y laboral.
“Las madres en puestos de liderazgo identifican tener los mismos resultados si van a la oficina tiempo completo o si tienen un esquema híbrido”, agregó la directora del CIMAD.