MINNEAPOLIS, MN
La mayoría de las plantas en Estados Unidos de la empresa de producción cárnica JBS afectadas por un ciberataque el domingo han reanudado sus operaciones, aunque de forma limitada y utilizando métodos manuales ante los problemas con los sistemas informáticos.
JBS, cuya empresa matriz es brasileña, cuenta en EE.UU. con nueve plantas de procesamiento de vacuno, cinco de porcino y 26 avícolas y es responsable de hasta el 20 % de los productos cárnicos que se consumen en el país.
Su planta de procesamiento de productos de cerdo de Ottumwa, en Iowa, señaló en su página de Facebook que el primer turno de trabajo de este jueves empezaría dos horas más tarde y que algunas de las líneas de productos no operarían durante el día.
La mayoría de las 40 plantas de procesamiento cárnico de la empresa funcionaban hoy con al menos un turno de trabajo, pero medios de comunicación locales indicaron que los trabajadores se ven forzados a utilizar métodos manuales para tareas que normalmente están automatizadas.
La firma financiera Zaner Group indicó en un boletín a sus clientes que el mercado se había recuperado con rapidez y que no se producirán los anticipados graves problemas en el suministro de carne.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, en inglés), el número de cabezas de ganado procesadas el miércoles en los mataderos fue de 105.000, mientras que el martes, cuando las plantas de JBS empezaron a volver a operar, la cifra fue solo de 94.000.
Hoy, USDA dijo que la cifra había alcanzado su cifra habitual de 120.000 cabezas de ganado.
A pesar de ello, Zaner Group prevé que “incluso tras el aumento de ayer” el precio de la carne de vacuno aumentará la próxima semana tras alcanzar ayer su nivel más alto desde junio de 2020.
Zaner Group añadió que el ciberataque contra JBS “mostró la vulnerabilidad del sector ya que la automatización dependiente de tecnología causó una grave interrupción en el procesado de carne en Norteamérica y Australia”.
Según han revelado JBS y las autoridades estadounidenses, un grupo de piratas informáticos radicado en Rusia y conocido como REvil bloqueó los servidores de la empresa, una de las mayores del mundo en el sector del procesamiento de carne para consumo humano, con “ransomware”.
Los ataques de “ransomware” bloquean sistemas informáticos que no son liberados hasta que compañías o instituciones pagan un rescate a los piratas informáticos.
El ataque contra JBS se produjo días después que otra organización criminal, DarkSide, realizase un ciberataque similar contra Colonial Pipeline, la mayor red de oleoductos del país.
En el caso de Colonial, que provocó problemas de suministro de gasolina en Estados Unidos, la compañía pagó a DarkSide 4,4 millones de dólares en bitcóin para poder recuperar el control de sus sistemas informáticos.