MINNEAPOLIS, MN.-
Las ventas de automóviles en Estados Unidos se reducirán en unas 800.000 unidades en 2025 por el efecto de los aranceles impuestos al sector por la Administración del presidente Donald Trump, señaló este jueves la firma Goldman Sachs.
Goldman Sachs explicó en un informe a inversores que los aranceles en vigor “aumentarán el coste tanto de vehículos importados como de los fabricados en Estados Unidos” hasta unos 4.000 dólares.
La firma añadió, según indicaron medios locales, que no cree que los fabricantes de automóviles puedan pasar ese incremento a los consumidores especialmente por el debilitamiento de la demanda.
El resultado es que este año se venderán en EE.UU. unos 15,4 millones de vehículos. Antes del anuncio de los aranceles, Goldman Sachs había previsto ventas de 16,25 millones.
Ante estas previsiones, la firma rebajó su valuación de fabricantes de automóviles como Ford y proveedores como Lear y Visteon.
Tras la rebaja de ventas de Goldman Sachs, las acciones de Ford y General Motors (GM) cayeron alrededor del 5 % en los mercados.
También este jueves, GM anunció el despido de 200 trabajadores de su Factory Zero en Detroit que produce los vehículos eléctricos Chevrolet Silverado EV, GMC Sierra EV, Hummer EV y Hummer EV ‘pick-up’ y Cadillac Escalade IQ.
GM indicó que la mayoría de los despidos, que calificó de temporales, se centrarán en el departamento de fabricación de paquetes de baterías. La planta emplea a unas 4.500 personas.
El fabricante también indicó que los despidos no están relacionados con los aranceles sino con la necesidad de alinear la producción “con las dinámicas del mercado”.
EE.UU. ha impuesto aranceles del 25 % a los vehículos importados pero también ha indicado que gravará con esa misma cifra los automóviles producidos en México y Canadá y que no están incluidos en el tratado comercial T-MEC además de las partes no producidas en Norteamérica.
En represalia, Canadá ha aplicado el mismo arancel a los vehículos producidos en EE.UU. y que no están incluidos en el T-MEC (que hasta ahora tenían un gravamen del 6,1 %) y a las partes no producidas en Norteamérica y que formen parte de automóviles fabricados en Estados Unidos.