SAINT PAUL, MN
“Confundidos y desesperados”, así se sienten decenas de pequeños negocios latinos tras enterarse de que el programa de ayudas del Gobierno para sus empresas se quedó sin fondos, dejándolos prácticamente en la ruina en medio de la pandemia del coronavirus.
“Siento que estoy en ese punto de mayor nivel de desespero porque no se qué hacer. Hay mucha confusión y esta noticia fue como un golpe que signifique el cierre de mi negocio”, dijo a Efe en tono frustrado la chef salvadoreña “Zissy” Castillo.
SE AGOTARON LOS FONDOS
La empresaria, dueña del servicio de banquetes Pink Taquiza en Los Ángeles, se refiere al anuncio de que el programa de préstamos de emergencia por el COVID-19 para pequeñas empresas, que ascendía a 349.000 millones, se agotó oficialmente este jueves.
En un mensaje publicado este jueves en su sitio web, la Asociación de Pequeñas Empresas (SBA) asegura que se terminó el dinero otorgado por el Programa de Protección de Cheques de Pago, una iniciativa creada por la ley de estímulo de 2,2 billones promulgada por el gobierno del presidente Donald Trump, y que se han cerrado las solicitudes.
“Eso se veía venir, el dinero no iba a alcanzar para tantas solicitudes, y además nunca dieron información, los bancos tampoco ayudaron, es un caos”, aseguró la chef.
SOLICITUDES SIN RESPUESTA
La odisea de la inmigrante salvadoreña para conseguir un préstamo que le ayude a salvar su pequeña empresa comenzó pocos días después de la firma del Gobierno Trump del paquete de ayudas.
Tras numerosos intentos logró llenar la solicitud, y recibió un número de confirmación el pasado 25 de marzo.
“Necesito el dinero con urgencia. Marzo era el mes que para mi registra más gastos en el año, con pagos de seguros, impuestos, y a eso le sumas los gastos de la empresa y los míos, y ya estamos en mitad de abril”, explicó la empresaria.
Hasta este día, y con más de 40 eventos cancelados, la chef ha hecho numerosas llamadas a SBA para averiguar sobre su petición de un préstamo, del que no sabe su valor. “Nunca te dicen para cuánto calificas”, subraya.
Cada vez que logró comunicarse con SBA, la respuesta fue parecida: no había información, y le pedían que esperara a que un asesor se comunicara con ella.
La salvadoreña que es una madre soltera de dos niñas, y necesita alrededor de 10.000 dólares para pagar las cuentas básicas de su negocio, como alquiler, servicios, cuentas de crédito, y 3.000 para los gastos personales, aún sigue esperando, que le aprueben el crédito.
UN PROGRAMA PLAGADO DE PROBLEMAS
Con un amplio apoyo bipartidista, el programa de préstamos para pequeñas empresas fue uno de los primeros en ser presentado y aprobado. No obstante ha estado plagado de problemas, y los bancos que supuestamente ayudarían tampoco contestan.
“Llamé al Chase, que es mi banco, pero me remitieron a la página web, y ahí no encontré ninguna información. Nada”, criticó.
Hasta el miércoles por la noche, SAB informó que había aprobado más de 1,4 millones de préstamos por un valor de más de 315.00 millones.
Para el martes las pequeñas empresas de construcción habían obtenido casi 34.000 millones, y los fabricantes obtuvieron 30.000 millones, según datos de SAB.
EL TIRE Y AFLOJE POR MÁS RECURSOS
Republicanos han urgido a los demócratas a aprobar más fondos para este programa. Sin embargo, los legisladores progresistas han insistido en imponer nuevas restricciones para garantizar que el dinero fluya a las empresas propiedad de minorías y otras que tradicionalmente están en desventaja en el mercado de préstamos.
La salvadoreña cuenta que un gran número de los negocios con los que ella trabaja están en la misma situación. “La mayoría son latinos, que no recurren a bancos, y a ninguno le aprobaron prestamos, las quejas son las mismas”, resumió.
El crédito es un problema constante entre las pequeñas empresas hispanas.
Según el Estudio de Crédito para Pequeños Negocios de 2017, realizado por los bancos de la Reserva Federal sobre los solicitantes a los que se les negó el crédito, el 45 % de los solicitantes latinos fueron rechazados por un historial crediticio insuficiente y el 37 % por tener un puntaje de crédito demasiado bajo.
A pesar de ello, un estudio reciente de la Universidad de Stanford muestra que los latinos se han convertido en los propietarios de pequeñas empresas de más rápido crecimiento en los Estados Unidos.
El estudio muestra que en los últimos 10 años, el número de dueños de negocios latinos creció el 34 %, comparado con el 1% para todos los dueños de negocios en los Estados Unidos.
Por cada 100.000 adultos latinos en los Estados Unidos, en promedio 510 se convirtieron en empresarios cada mes en 2018.
¿Y LOS DUEÑOS INDOCUMENTADOS?
Pero si la situación que enfrenta la chef Zissy es desesperante para los dueños de pequeños negocios que no tienen documentos la esperanza se terminó desde que se implementó el programa.
“Nunca pensaron en nosotros que también pagamos impuestos. No veo un camino, hoy estamos peor de cuando vinimos a este país”, advierte a Efe Luis, inmigrante mexicano, que tiene un pequeño negocio de limpieza de casas en California, que emplea a cinco personas a las que tuvo que despedir.