MINNEAPOLIS, MN
El senado de la los Estados Unidos discutió, analizó, y rechazó, luego de votar, las propuestas presentadas para controlar la adquisición y uso de armas en el país. Fueron cuatro las propuestas que se presentaron en la sala del senado, como respuesta a los fatídicos acontecimientos de Orlando. Fueron cuatro las propuestas rechazadas en el pleno.
La primera de ellas fue introducida por el senador Charles Grassley, republicano por Iowa, quien además funge como presidente del Comité Judicial, y cuya propuesta fue rechazada con 53 votos a favor y 47 en contra, quedando corto por 7 votos de los 60 necesarios para que una iniciativa pase en el senado. La iniciativa proponía incrementar el financiamiento para la verificación de antecedentes y el cambio del discurso que prohíbe a personas con problemas de salud mental la adquisición de armas.
La propuesta hecha por Chris Murphy, senador demócrata por Connecticut, buscaba expandir las verificaciones de antecedentes en la venta de armas en demostraciones, tanto como en las compras a través del internet, obtuvo 44 votos a favor y 56 en contra.
Dianne Feinstein, senadora demócrata por California, propuso también que fuera el Departamento de Justicia la instancia responsable de limitar la venta de armas a quienquiera cuyo nombre apareciera en la lista de terroristas buscados por cualquier agencia de gobierno, al menos en los últimos 5 años más recientes. La votación arrojó 47 a favor, 53 en contra.
Finalmente, el senador republicano por Texas, John Cornyn, tuvo 53 votos a favor y 47 en contra, con tan sólo 7 votos de ser colocada como iniciativa a ser ratificada por el presidente, en una iniciativa que proponía al gobierno el bloqueo de venta de armas por hasta tres días dependiendo de la revisión del caso por parte de una corte suprema.
De esta forma, las condiciones que prevalecen y que facilitan el acceso a la compra de armamento de alto calibre en el país se mantiene vigente. El senado se había comprometido a escuchar y analizar las propuestas de los cuatro senadores, dos demócratas y dos republicanos, como consecuencia de lo ocurrido en Orlando, y dado que el perpetrador tuvo acceso a un arma de alto calibre pocos días antes del atentado.
Miembros del senado buscaban que se actuara de forma expedita ante la demanda popular por establecer medidas de control. Sin embargo, esta situación no es novedosa en el ámbito del congreso, pues hace tan solo 2 y medio años, y como consecuencia de los eventos de una escuela de educación primaria, se introdujeron igualmente medidas de control de armas.
Por su parte, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), sostiene, sin sorpresa para nadie, que los fatales acontecimientos de Orlando y San Bernardino, no son asociados con el acceso a las armas, sino que se trata de actos terroristas. Así lo declaró Wayne LaPierre, director ejecutivo de la NRA. Y agregó que la introducción de las iniciativas de ley que fueron rechazadas en el senado, eran un intento por “detener un tren fuera de control con una pieza de Kleenex.” Ello evidencia el peso que dicha organización tiene dentro del circuito de toma de decisiones en el gobierno.
