MINNEAPOLIS, MN
Tendencias demográficas en Estados Unidos determinan el perfil político del país en el 2016 y más allá
Las votaciones de US este año serán las de mayor diversidad en la participación electoral, según se desprende de un reporte de investigación presentado por la agencia Pew Research. En el reporte, que se ha presentado bajo el título “La Próxima América: Boomers, Milenios, y el enfrentamiento generacional que se avecina,” escrito por Paul Taylor, constituye un texto de cerca de 1,000 páginas, en el que se destaca cómo el cambio generacional reciente ha influido en la configuración de la distribución del poder político.
En primer lugar destaca que la mayoría de la gente busca sentar sus lugares de residencia en comunidades conformadas por personas que tienen formas semejantes de pensar, lo que refleja no solo sus tendencias políticas, sino también el aspecto demográfico que caracteriza a dichas comunidades.
“En estos días demócratas y republicanos no se detienen más en sus desacuerdos al confrontar ideas de uno y otro. Muchos en cada partido rechazan los hechos que los otros presentan, desaprueban los estilos de vida de unos y otros, evitan los vecindarios donde viven los otros, impugnan los motivos que los otros arguyen, dudan del patriotismo de uno y otro, no pueden soportar las nuevas fuentes [de información] que los otros presentan, y acarrean consigo diferentes sistemas de valores en instituciones sociales centrales como son la religión, el matrimonio y la paternidad. Es como si ellos pertenecieran no a partidos políticos rivales, sino a tribus extranjeras,” se lee en el resumen del reporte.
Al tiempo en que se está registrando un cambio notable en las generaciones, también el cambio está tomando lugar en la configuración racial y étnica de la población. Las tendencias muestran que muy pronto los Estados Unidos dejarán de ser una nación con una mayoría de ciudadanos de raza blanca o caucásica. Ello conlleva cambios culturales e ideológicos, que influirán en la configuración política próxima.
Hoy es ya visible que el partido republicano conglomera a personas mayores de edad, mayormente blancos, con fuertes valores religiosos y más conservadores, con una base que ha manifestado dificultades en abrazar los cambios raciales y étnicos, en las normas de género, y en las nuevas concepciones de lo que significa la familia misma, y que en conjunto parecen apuntar a lo que será este país en un futuro cercano. El otro partido, el demócrata, parece atraer mayormente a jóvenes, un mayor número de individuos no blancos, más liberales, más seculares (o menos preocupados por los valores religiosos), siendo también un partido que simpatiza con inmigrantes y miembros de la comunidad LGBT, aceptando la creciente diversidad como una visión que definirá al país.
Evidencias de los cambios se dan en la participación electoral por generaciones, con personas de 18 a 29 años orillándose a votar mayormente por candidatos demócratas, en porcentajes mayores (66 y 60 por ciento en las últimas dos elecciones presidenciales de ellos votando a favor de Obama). En contraste, personas mayores de 65 años apoyan a candidatos conservadores republicanos, con 55 y 56 por ciento en las pasadas dos elecciones presidenciales.
Hoy también, el ser liberal o conservador no se mantiene en el espectro político o ideológico, sino que se muestra más y más en patrones de vida adoptados, llegando a definir identidad social y formas de interacción. Cambios todos que dejarán huella en el futuro del país, y que se sustentan por los movimientos demográficos que están tomando lugar.