MINNEAPOLIS, MN
La población latina en Estados Unidos ha estado subrepresentada en os ensayos clínicos para desarrollar y evaluar la efectividad de diferentes vacunas, según muestra un reporte presentado este viernes.
El estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson encontró que los latinos sólo representaron el 12 % de todos los participantes en las evaluaciones que reportaron raza o etnia entre julio de 2011 y junio 2020, lo que representa una seria desventaja en el desarrollo y adquisición de vacunas efectivas para este grupo poblacional.
De igual forma, los afroamericanos también tuvieron baja participación en estas pruebas para el desarrollo de vacunas al configurar 11 %, al igual que las personas mayores de 65 años, que representaron el 12 %.
Según el reporte publicado en JAMA Network Open, mientras las personas de raza blanca representaron 78 % de todos los participantes, el grupo de indígenas estadounidenses y los nativos de Alaska sólo conformaron un 0,4 % del total.
Los blancos no latinos representan el 60 % de la población, por el 18 % de los latinos, el 13 % de los de raza blanca y el grupo de indígenas estadounidenses y los nativos de Alaska suponen el 1,3 %, según estimaciones de la Oficina del Censo.
“La pandemia de la covid-19 y su impacto devastador particularmente en las comunidades afroamericanos, indígenas y gente de color y los adultos mayores, son un de doloroso recordatorio de las disparidades de salud en nuestro país”, señaló Steve Pergam, uno de los autores del estudio.
“Este trabajo colaborativo resalta los problemas que han plagado la comunidad científica durante mucho tiempo: la inadecuada representación en pruebas clínicas”, agregó Pergam, profesor asociado de la División de Vacunas Enfermedades Infecciosas del Centro Hutchinson.
Solamente los asiáticos y las personas originarias de las islas del Pacífico y Hawái estuvieron representados en las pruebas de vacunas analizadas en una proporción similar a su participación en la población nacional.
La investigación analizó 230 procesos de validación de vacunas basados en los EE.UU. en todas sus fases, con cerca de 220.000 participantes.
El reporte igualmente descubrió que “persisten los problemas con la captura y el subregistro de datos demográficos de los participantes” a pesar de los esfuerzos desarrollados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA).
“Para seguir avanzando necesitamos asegurar que todos los estudios de vacunas reporten información demográfica”, destacó Julie Silver, también autora del estudio y profesora asociada de la Escuela Médica de Harvard.
Para enfrentar el problema, las Academias Nacionales de Ciencias Ingeniería y Medicina recientemente establecieron un comité dedicado a “mejorar la representación de mujeres y minorías subrepresentadas en Investigación y evaluaciones clínicas”, indicó el informe.
En el caso de los ensayos clínicos para las vacunas contra la covid-19, las farmacéuticas Pfizer-BioNTech y Moderna, las únicas dos autorizadas en Estados Unidos actualmente, informaron de la composición racial/étnica de los participantes.
Esta información revela que, en general, las personas de color están subrepresentadas en estos ensayos, con la mayor disparidad entre la población de raza negra, con cerca del 9,8 % del total de los participantes.
Por contra, el 26,2 % de los participantes en los ensayos de la vacuna Pfizer-BioNTech eran hispanos, mientras que en el caso de la de Moderna la cifra se reducía al 20 %, pero siempre por encima del 18 % del peso sobre el total de la población, según datos recopilados por la Kaiser Family Foundation.