SAINT PAUL, MN
Más años de educación infantil pueden reducir el riesgo de muerte por enfermedad del corazón en la adultez, asegura un informe presentado este martes por dos universidades estadounidenses.
La investigación conjunta de la Universidad de California San Francisco (UCSF) y la también californiana Stanford, que analizó el historial de personas nacidas entre 1900 y 1950, encontró importantes reducciones en riesgos asociados con enfermedades cardíacas al aumentar la educación.
Así, cada año adicional de educación K-12 (desde preescolar hasta la secundaria) representó una reducción de 3 % de fumadores y 5 % de personas con depresión.
De las más de 75.000 personas estudiadas en base a dos grandes encuestas, una en 1971 y otra en 2012, cerca de un tercio no se graduó de secundaria, mientras el 34,5 % reportó una enfermedad cardíaca.
Los analistas encontraron que cada año de educación K-12 representaba una reducción del 2,5 % en enfermedades cardiacas reportadas.
El estudio, uno de los primeros en arrojar luz sobre la influencia del factor educativo en las enfermedades del corazón, relacionó el menor riesgo de estas enfermedades con los mayores ingresos en función de una mejor educación.
“Como sociedad deberíamos pensar en investigar sobre políticas sociales para mejorar la salud en general y reducir los costos de su cuidado”, expuso Rita Hamad, autora principal del estudio y profesora de Medicina de Familia y Comunidad en el Instituto Philip Lee de Estudios de Políticas de Salud.
“En general, las personas con mayor educación pueden haber reducido las enfermedades cardíacas al tener ingresos mayores, lo que les permite costear una mejor alimentación y servicios de salud”, aseveró Hamad.
El estudio fue publicado este martes en la revista PLOS Medicine, que cubre todo el espectro de las ciencias médicas y es la segunda revista de la editorial sin fines de lucro de acceso abierto Public Library of Science.