SAINT PAUL, MN
El gobernador del estado de Minnesota, Mark Dayton, ha planteado una meta ambiciosa para el final de su período de servicio en la máxima responsabilidad estatal. Dayton se plantea el lograr una mayor diversificación en cargos gerenciales y de coordinación a lo largo del estado y dentro de las agencias de gobierno. Ello supone cambios en cerca de mil posiciones.
Cuando se analizan las características demográficas de los empleados de alto rango en el gobierno estatal, se cuenta con evidencias que indican que 9 de cada 10 empleados en dichas instancias son blancos o de origen caucásico. Dicha situación habrá de cambiar, de acuerdo con los compromisos asumidos públicamente por el gobernador Dayton. Como parte de sus argumentos, y los cuales han sido argumento de diversos analistas, se establece que una mayor diversidad entre los empleados, a fin de servir de mejor manera a una población en constante cambio, y tendiendo a una mayor diversidad racial, étnica y cultural.
Se trata de una labor que no será fácil, pues el reclutamiento de candidatos a ocupar las carteras tendrá que ser rápido y eficaz. Para ello, el gobierno de Minnesota tendrá que competir con empresas como General Mills, Target y otras grandes empresas en el estado, en las que los empleados de dirección reciben salarios competitivos, regularmente muy por encima de lo que pueda ofrecer el gobierno estatal.
A ello se suma el que la reputación del estado es que se trata de un empleador muy sesgado por cuanto a la diversidad racial y étnica, y que tampoco se trata de una entidad que busque retener a sus empleados, especialmente aquellos que representan dicha diversidad, los cuales renuncian al poco tiempo de haber sido contratados. El Concejo de Diversidad e Inclusión ha indicado que ello se debe a la falta de mentores dentro del gobierno para estas personas, y a que cuando son contratados, estos nuevos empleados o líderes no se sienten bienvenidos por parte de sus compañeros de trabajo.
Entre las cifras que destacan en este rubro, sólo dos de los 24 miembros del gabinete de Dayton son personas “de color”, lo cual representa apenas el 8 por ciento del total de cargos directivos en el estado. Curiosamente, estos son cargos para los que el mismo gobernador selecciona a sus candidatos, y otorga nombramientos, lo cual se convierte en un argumento más en favor del pesimismo en torno a mayores logros en lo que resta del período gubernamental.
En contraste, y aun cuando el gobernador reconoce como una prioridad el diversificar a quienes ocupan cargos directivos entre sus comisionados, el estado cuenta con 20 por ciento de su personal siendo personas de color. A partir del 2011, la diversidad racial entre el cuerpo de jueces del estado se ha incrementado al llegar a 10.2 por ciento, lo cual representa un cambio significativo cuando antes era tan solo el 3 por ciento.
“Si en realidad no puedes afrontar que tu vecino sea alguien diferente a ti, entonces deber ir a [vivir a] Wyoming, ve a Utah,” dijo Dayton. “Encuentra un refugio en donde hay la homogeneidad que había aquí hace 30 o 40 años. No vayas por ahí pensando que esa gente no pertenece aquí.”
