MINNEAPOLIS, MN
El director de cine Michel Franco arrasó en el último Festival de Venecia y conmocionó las salas de cine de su país, México, con “Nuevo orden”, una impactante película de denuncia social que “va mucho más allá” de un juego de buenos y malos, “de izquierdas o de derechas”.
“El gran mal mundial es la desigualdad” y el problema, la poca voluntad de la clase política por cambiar eso “más allá del discurso”, explica el cineasta en una entrevista con Efe realizada en Madrid a donde se ha desplazado con el único objetivo de apoyar su estreno en las salas españolas el próximo viernes 17 de febrero.
Franco (Ciudad de México, 1979), cree que la pandemia “va a acrecentar esa desigualdad” y denuncia que ve “poca voluntad en la clase privilegiada y de los gobiernos por cambiar esto, más allá del discurso”.
“Si seguimos cerrando los ojos vamos a llegar a extremos, no como lo que planteo exactamente en la película, pero quizá algo similar. Ya ha habido avisos en muchos países, levantamientos sociales, tenemos que prestar más atención”, advierte.
“Nuevo orden” ocurre en Ciudad de México en un futuro no muy lejano, cuando una revuelta social que se está poniendo violenta -con su represión militar incluida- llega a las puertas del impresionante chalet donde una familia de clase alta celebra la boda de su hija; aparte de la “jet”, hay cargos políticos invitados.
En México, comenta Franco, la diferencia de la que habla “Nuevo orden” es más brutal porque “hay 60 millones de pobres, gente que vive sin lo básico, lo mínimo para vivir de manera digna, y la gente está muy cansada porque ha vivido generaciones y generaciones sin prosperar y cada vez hay menos respuestas claras”.
“No es tan sencillo, la gente necesita cambios profundos y que dejemos de ser hipócritas. 60 millones de pobres te parten el corazón y mi película es una manera de decir: detengamos ya esto, tenemos que sentir empatía, porque si no, no hay esperanza”, sentencia.
La cinta, que contiene momentos de terrible brutalidad, acaba por parecer más bien una premonición.
“Esperemos que no -se ríe Franco-, la empecé a escribir en 2014 y pensaba entonces si sería exagerado, será interesante hablar de algo tan extremo. Y se fue acercando cada vez más: cada vez sabe menos a distopía y cada vez se ve más cerca, desgraciadamente”.
Logró en su estreno en México más de medio millón de espectadores, ya en plena pandemia -ahora están cerradas allí las salas-.
“El camino fácil sería irme a plataformas, pero justo ahora -enfatiza- es cuando más radicales tenemos que ser los cineastas”.
Guionista casi antes que director de cine, Franco ha “rizado el rizo” con esta película, contada desde ocho puntos de vista; el hecho de que no se narre desde una sola perspectiva, señala el director de “Las hijas de Abril” (2017, ganadora en Un Certain Regard, de Cannes), fue lo más difícil, igual que “filmar algo que no ha sucedido”.
Una producción , que “parece de las de Hollywood“, pero que no contó con “cientos de millones”, precisa el director, también productor de la cinta, que tiró de “creatividad para conseguir ese equilibrio”.
Y ahí está el DF con todo su esplendor, sus principales avenidas, las calles comerciales, “con Louis Vuitton en reformas a la altura del Ángel de la Independencia, que es lo más emblemático de nuestra ciudad, Cabeza de Juárez… Caminamos por la cuerda floja, por eso no me sorprende que el estreno tenga ahora todas estas dificultades, vamos con este espíritu un tanto rebelde”.
Hace doce años que Franco rodó su primer largometraje, “Daniel y Ana”, donde ya trabajó con un casi adolescente Darío Yazbek (Julián de la Mora en “La casa de las flores”), aquí en “Nuevo orden” convertido en Alan, el novio de la boda “pija” con la que arranca la película.
Con él, un reparto coral que incluye a Samantha Yazareth Anaya, Patricia Bernal y Diego Boneta, en un papel muy diferente al que está acostumbrado el público mexicano, Claudia Lobo, Analy Castro y Naian González Norvind, cuyo papel es el único que Franco escribió específicamente para ella.
Franco ve las plataformas más como segunda ventana: “Soy un director que cree en los cines. No hago televisión, no digo que no lo haga algún día, pero mientras siga haciendo películas que se presentan en Venecia o en Cannes, quiero que la gente las vea y escuche en ese formato y que compartan en una sala de cine”.
Alicia G.Arribas