SAINT PAUL, MN
Muchos son los momentos en los que Michele Bachmann ha ocupado las páginas frontales de diarios locales y nacionales. Como representante republicana por Minnesota en Washington, se convirtió en una celebridad con frases como “el bióxido de carbono es presentado como dañino. Pero no existe si quiera un estudio que pueda haberse producido que muestre que el bióxido de carbono es un gas dañino,” cuando en el congreso cuestionaba el calentamiento global. Su fama incluso se colocó a la altura de la misma Sarah Palin, cuando buscó la candidatura a ser vicepresidente, por lo menos en la fórmula.
Hoy, el virtual candidato presidencial por el partido republicano, Donald Trump, anunció la creación de un concejo asesor ejecutivo evangélico, que aconsejará al candidato en asuntos “importantes” para los evangélicos y otras personas de fe en los Estados Unidos, según declaró el vocero de la campaña. ¡Ah! Pero más allá de buscar reforzar sus cuestionamientos a la fe que profesa la virtual candidata demócrata, Hillary Clinton, Trump ha traído a Michele Bachmann a formar parte de dicho concejo asesor.
Hace muy poco tiempo, Trump habría cuestionado si acaso Clinton tenía alguna religión, refiriéndose a la ex primera dama y ex secretaria de estado que su intención sería dar continuidad a la presidencia de Barack Obama, sentenciando que la situación “empeoraría” pues Clinton tomaría a todos con la guardia baja, en tanto que, al menos, asegura Trump, todos tenían la guardia elevada.
Entre quienes conforman este novedoso concejo asesor, destacan los nombres de la misma Bachmann, así como el presidente de la Universidad Liberty, Jerry Falwell Jr. y el líder de la Coalición Fe y Libertad, Ralph Reed.
La presentación de la mesa directiva de este concejo asesor se llevó a cabo a puertas cerradas, a fin de evitar que la prensa estuviese presente. Así, en un evento privado que tuvo lugar en el Hotel Times Square, Trump lanzó advertencias admonitorias sobre el supuesto ateísmo de Clinton, o al menos la falta clara de un compromiso religioso, indicando que ello era signo de lo malo que sería el liderazgo de la candidata.
El arzobispo E.W. Jackson publicó la información en su cuenta te Twitter, para luego conversar con la prensa, indicando que los políticos conservadores se encuentran bajo constante escrutinio sobre la religión que profesan, sobre cuán devotos son, así como sobre sus posiciones en asuntos de carácter social. En contraparte, dijo Jackson, los demócratas no son cuestionados en el mismo sentido, y su fe es raramente analizada. Por ello, dijo el religioso, se cuestionará a Clinton, no necesariamente sobre su cristianismo, sino las implicaciones que la forma en que practica su fe puede tener en su actividad política.
Bachmann, en este contexto, es vista como potencial contrapeso a la presencia de Clinton, y acaso como potencial compañera de fórmula de Trump, si las cosas en esta ocasión le resultan bien a Bachmann. Y el trabajo con el grupo evangelista, uno de los más conservadores grupos en el país, y quienes consideran que Trump sería un buen o gran presidente, según un estudio de Pew Research.