MINNEAPOLIS
Hoy, el Concejo Municipal aprobó una nueva ordenanza que prohíbe a la Ciudad comprar tecnología de reconocimiento facial o usar datos derivados de ella, con muy pocas excepciones. Minneapolis ahora se une a Boston, San Francisco y más de una docena de otras ciudades en todo el país que han prohibido o limitado el uso de la tecnología.
“Hemos escuchado fuertes preocupaciones de la comunidad sobre la tecnología que invade su privacidad sin su consentimiento, y debemos regularla”, dijo el concejal Steve Fletcher, autor de la ordenanza. “Esta ordenanza prohíbe su uso por los departamentos de la Ciudad con algunas excepciones limitadas que no corren el riesgo de dañar a sus sujetos”.
La tecnología de reconocimiento facial utiliza algoritmos informáticos u otros procesos automatizados para analizar imágenes de rostros humanos. Los miembros del consejo escucharon las preocupaciones de los residentes sobre cómo se podría usar la tecnología para capturar los rostros de las personas sin su consentimiento y realizar una vigilancia automatizada generalizada.
Los estudios también han demostrado que la tecnología de reconocimiento facial es significativamente menos precisa en la identificación de personas de color, mujeres y otros grupos, lo que genera preocupaciones de que las identificaciones incorrectas por parte de las fuerzas del orden perjudicarían aún más a las comunidades ya desfavorecidas.
“La tecnología de reconocimiento facial funciona bastante bien si te pareces a mí, un hombre blanco de mediana edad, pero para todos los demás, puede fallar a tasas que no aceptaríamos en ningún otro lugar”, agregó Fletcher. “Es inaceptable que sometamos a las personas de nuestra ciudad, en particular a las mujeres de color, a un nivel de riesgo tan alto”.
Además de prohibir la compra de la tecnología, la nueva ordenanza crea un proceso transparente para que los departamentos de la Ciudad soliciten usos adicionales permitidos de programas y datos de reconocimiento facial a través de un proceso de excepción.
Esta nueva ordenanza se basa en los principios de privacidad de datos adoptados por la Ciudad para considerar y valorar la privacidad de las personas cada vez que se recopilan datos sobre las personas, incluida la recopilación de esta información solo cuando hay una razón para hacerlo y ser transparente sobre lo que se recopila y por qué.
También crea una estructura de informes regular para que la Ciudad rastree e informe las violaciones de esta ordenanza y las soluciones a esas violaciones.
