MINNEAPOLIS, MN
Si estás leyendo esta nota, es porque seguramente vives o has vivido en Minnesota. Al menos planeas vivir o visitar el estado. Y, si vives o has vivido en Minnesota, seguramente habrás pensado en lo duro que es el invierno.
Poco podría argumentarse en contra de ello, salvo que el invierno no dura todo el año, pero sin duda responderías que son casi seis meses en los que se sufre por el frío.
Recientemente, la publicación de Trhillist, que promueve y vende viajes en los Estados Unidos y alrededor del mundo, ha presentado una clasificación de los 50 estados de la unión americana, con base en la crudeza del invierno que en ellos se vive.
Siendo que Estados Unidos se encuentra en la parte norte del continente americano, es lógico que en la mayoría de los estados el frío sea una característica común durante los meses de invierno. Por ello no sorprende tampoco que Hawái, fuera del propio continente, sea el estado que tiene el invierno menos crudo, con promedios de temperatura de 81 grados Fahrenheit.
En el otro extremo se encuentra, conforme a la publicación señalada, el estado de Minnesota. Gélido honor que se ha colocado a esta región del país, colocándolo por sobre los vecinos estados de Michigan, Alaska y Dakota del Norte.
Viviendo y conviviendo en Minnesota, resulta difícil cuando los días de invierno son tan breves, escasos de luz solar, y sobre todo fríos. Con un frio que cala y que ni capas y capas de ropa pueden evitar. Un frío que, me ha dicho mi vecina, termina por poco en volvernos locos. Una locura de por sí existente, diría otra vecina, pues solo locos podemos seguir aquí.
Para la publicación de marras, el candor y la amabilidad de quienes tienen a Minnesota como lugar de residencia, sólo pretende ocultar esa locura. Que detrás de una sonrisa amable y condescendiente, y el famoso dont’tcha que etiqueta a los de estos lares, es una forma de expresar un profundo dolor interno, que todos acarreamos luego de sobrevivir a un crudo y miserable invierno, año con año.
Siguiendo la nota, la pregunta es cómo se puede uno mantener incólume con inviernos que, en algunas regiones del norte del estado, arroja hasta 170 pulgadas de nieve por temporada. Cuando en algunas ocasiones el termómetro llega a registrar hasta 60 grados bajo cero, que puede provocar quemaduras por congelamiento en la piel en tan sólo 5 minutos de exposición.
No hay un lugar, cita la publicación, en donde el viento cale tanto en los huesos como lo que se vive en las costas el Lago Superior. Y, lo que es peor, los equipos deportivos profesionales jamás ganan campeonato alguno, salvo las Linces de Minnesota en el basquetbol femenil. Las estrellas en equipos escolares, que las hay muchas, terminan en otros equipos profesionales en el país, y sobre todo en el hockey.
Por todo lo anterior, y por la escases de razones para sonreír, y acaso gracias a la presencia y perseverancia de descendientes daneses, noruegos, suecos, Minnesota es el estado de la unión que registra el invierno más crudo, más miserable. Pero, como dijera mi otra vecina, aquí seguimos, y más vale que no nos quejemos, pues eso agregaría mayor miseria a nuestro estado de ánimo.
Por lo menos, hagamos como que algo se ganó con ser sobrevivientes del estado número uno entre los inviernos más miserables.
