SAINT PAUL, MN
El estado de Minnesota se verá favorecido este ciclo fiscal con una superávit de 1.65 billones de dólares, de acuerdo a los cálculos proyectados por los oficiales a cargo del presupuesto.
Basado en los estimados de diciembre, los legisladores esperaban 1.4 billones. Actualmente la legislatura está contralada por el partido Republicano, lo que puede representar una problemática al momento de asignar el presupuesto.
Los Republicanos han puesto la deducción de impuestos como prioridad de su administración, mientras que la intención del gobernador Dayton es destinar dinero extra a los programas educativos.
Pero antes de que los legisladores comiencen a destinar el dinero extra en mayo, tienen que esperar a que el presidente Donald Trump y el Congreso Republicano definan la situación sobre el cuidado para la salud, comercio y otras áreas.
De acuerdo al Comisionado de Gestión y Presupuesto del estado, Myron Frans el superávit viene de la recolección de impuestos, la cual resultó ser más alta de lo esperado, lo que permitirá cubrir algunos costos extras de las escuelas públicas y los programas para el cuidado para la salud.
Aun cuando en los últimos cuatro años el estado ha tenido un superávit en el presupuesto, esto no quiere decir que la tarea se haga más fácil y menos cuando el poder en el Capitolio está dividido.
El 2015, cuando la Legislatura quiso establecer el presupuesto hubo intensos desacuerdos entre los Republicanos de la Cámara, el gobernador Dayton y el Senado que estaba controlado por los Demócratas en aquel entonces, obligando el cierre de las oficinas de gobierno.
El gobernador ya ha presentado su propia propuesta y el superávit puede ser motivo para que Dayton pueda presionar todavía un poco más para ofrecer educación preescolar y más opciones a nivel estatal para la salud pública. El gobernador ha solicitado 46 billones de dólares de presupuesto para los próximos dos años, lo que representa un 10 por ciento de aumento del presupuesto anterior.
Dayton asegura que puede haber cambios a su planes, los cuales presentará en marzo, una vez que se haya aprobado el presupuesto federal, solo entonces se sabrá cuanto dinero tienen que guardar. Puso de ejemplo la posibilidad de que se revoque Obamacare, lo que podría dejar a los estados con una gasto mayor en los programas públicos para la salud y que para esto, el estado tiene guardado 2 billones de dólares.