SAINT PAUL, MN
El llanto, cuando es sincero, es también considerado una muestra de debilidad, de vulnerabilidad e incluso una acción completamente privada. Un acto en el que deseamos no ser sorprendidos, a fin de evitar la compasión, la burla o la incomprensión. Y es que en casi todas las sociedades, los individuos hemos sido enseñados a guardar nuestros sentimientos, y en particular evitar el llanto.
El investigador en neurología William Frey, quien trabaja para el Hospital Regional de Health Partners y es profesor de farmacéutica en la Universidad de Minnesota, ha desarrollado un estudio sobre la importancia del llanto, a lo largo de 15 años, ha publicado extensamente sobre el tema, a partir de su libro “El llanto: El misterio de las lágrimas,” convirtiéndose en el experto en la materia más citado.
En su investigación, el profesor Frey establece que hay diversos tipos de llantos, pasando por el emocional, que ocurre cuando miramos en nuestro televisor a los rescatistas cumpliendo su trabajo, o en el noticiero cuando un pequeño es rescatado; también es el mismo que una serie de fotografías sobre temas sensibles (terremotos, desgracias, accidentes), nos atrapa en el museo o al leer el diario.
Pero además del aspecto emocional de las lágrimas, están ahí las lágrimas basales que limpian y lubrican los ojos, así como las lágrimas de reflejo, que ocurren como respuesta a la presencia de irritantes tales como los compuestos de las cebollas o el polen. Las lágrimas se generan en las glándulas lagrimales, localizadas en la parte superior de los ojos, provocando que la mayoría de las lágrimas se deslicen sobre la superficie del glóbulo ocular y son expulsadas a través de los ductos lagrimales, que están conectadas con la cavidad nasal, por lo que cuando el llanto es abundante, la nariz también fluye intensamente.
El llanto emocional pudo haber evolucionado para protegernos de los predadores, ya que hacen difícil el identificar hacia dónde estamos mirando, de acuerdo con el biólogo Oren Hasson. Incluso puede ser que las lágrimas den cuenta de la vulnerabilidad del individuo, por lo que los potenciales atacantes podrían llegar a sentir lástima o remordimiento, abandonando la agresión. En muchos casos, el llanto es un arma que puede hacer pensar en que quien llora es confiable, y llega a generar amplia solidaridad por parte de otros miembros de la comunidad.
Llorar hace del ser humano también una rama especial en el mundo animal. Aun no se ha logrado probar si el llanto de otros animales puede tener sentido emotivo, aun cuando se haya observado a los elefantes que parecieran emitir llanto cuando miembros de la familia fallecen, así como los chimpancés emiten lágrimas. Lo cierto es que las lágrimas son auxiliares para mantenernos saludables. El llanto alivia el estrés –que en muchas ocasiones puede incluso dañar corazón y cerebro– al auxiliar en la remoción de algunos compuestos químicos que se generan durante situaciones de estrés.
Las lágrimas pueden también a disminuir la presión sanguínea, y reduce los niveles de manganeso, que es un mineral encontrado en grandes concentraciones en las lágrimas, según señala William Frey. Dado que el manganeso afecta el estado de ánimo, existe la idea de que el extraer manganeso del cuerpo, mediante la ayuda del llanto, puede llevar a sentirse mejor. Frey también encontró que la mayor cantidad de lágrimas son emitidas entre las 7 y las 10 de la noche, y que el tiempo promedio en el que una persona llora es de 6 minutos.
Otros investigadores han puesto atención al llanto entre los seres humanos, y encontrado resultados similares a los hallados por Frey. Así, vale más una lágrima a tiempo, bajo cualquier estimulo. Acaso incluso tus telenovelas favoritas ayudarán a estar más saudable.
