MINNEAPOLIS, MN
El debate entre demócratas antes de las primarias de New Hampshire dio lugar a notables comentarios de uno y otro lado.
Se trató del primer debate entre ambos, frente a frente, y en el que los espectadores fueron testigos de un intercambio de palabras que sacaba chispas. Hillary Clinton acusó primero a Bernie Sanders de abrir una “confrontación ingeniosa” que le ha afectado directamente, a lo que Sanders respondió sugiriendo que en realidad la ex–senadora y ex–secretaria de estado se encuentra cautiva del cuerpo político y económico que dicta en el país.
El debate, organizado por la cadena de noticias por televisión y otros medios, CNBC, enmarcó una confrontación discursiva, acaso más violenta que cualquiera de las ediciones previas. En esta ocasión, Clinton, quien cuenta con enorme experiencia en oratoria política, mostró momentos de genuino enojo e incredulidad al señalar que Bernie Sanders ha expuesto dudas respecto a la autenticidad luchadora de la candidata; indicó que no abandonará la batalla contra los republicanos en ningún momento, como sugiriera Sanders.
Al señalar el ingenio que ha usado Sanders, Clinton se mostró igualmente molesta cuando el senador por Vermont sugirió que su posición política podría ser resultado de la compra realizada por donantes ricos.
“Si tienes que decir algo, di algo,” dijo Clinton en el momento en que se presentaba junto con Sanders en el debate.
Se trata de una lucha que se ha alimentado entre Sanders y Clinton a lo largo de días, sobre quien de ellos es el progresista más genuino, sobre todo a partir de que el senador de Vermont dijera que ella podría no ser moderada y progresista al mismo tiempo. Con este enfrentamiento que más bien apareció como un entrenamiento a cinco días previos al próximo enfrentamiento por la nominación del partido demócrata, en las elecciones primarias de New Hampshire, ambos candidatos buscan capitalizar sus argumentos, y convencer a un mayor número de simpatizantes en su apoyo.
En este contexto, una nueva encuesta desarrollada por CNN/WMUR indica que Sanders contaría con el 60 por ciento de los votos en la próxima contienda, en tanto que Clinton alcanzaría el 30 por ciento. Con ello pareciera que el estado del granito se configura como un escenario en el que Sanders saldrá victorioso.
El ataque de Sanders durante el debate pareció tener un claro efecto en Clinton, quien vociferaba al intentar defenderse, presentándose como una mujer progresista que obtiene resultados y que ha pasado décadas trabajando en los derechos infantiles y el cuidado de la salud.
“Yo no hago promesas que no pueda cumplir,” dijo Clinton. Enseguida pasaba a atacar a Sanders indicando que el senador votó encontrar de la iniciativa de ley de Brady en cinco ocasiones. Dijo también que si la definición de progresista de Sanders se aceptase, nadie en la política de hoy y del pasado en los Estados Unidos cabria en ella.
Sanders indicó que fue la misma Clinton quien se auto-identificara como moderada en un evento en Ohio el año pasado, al tiempo que decía que Obama y Biden han hecho un “trabajo fantástico” al rescatar a los Estados Unidos de la Gran Recesión.
“¿Que si pienso que el presidente Obama es un progresista?, si, así lo creo,” dijo Sanders, para luego cuestionar el plan de tratado de libre comercio del Pacífico que Obama promueve.
Ataques de ida y vuelta, que acaso marcará el debate público entre ambos de hoy en adelante.