MINNEAPOLIS,MN
La directora ejecutiva de Oxfam International, Gabriela Bucher, dijo este viernes que la principal reivindicación del grupo durante las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) es que la receta ante la desaceleración económica “no sea austeridad”.
“Uno de los temas que nosotros enfatizamos mucho es que es importante que la receta no sea austeridad, porque obviamente afecta a las personas más vulnerables, las que más necesitan los servicios públicos”, explicó Bucher en una entrevista con EFE.
Sus palabras se enmarcan en el contexto de la desaceleración económica que el FMI proyecta para una gran parte del mundo a partir de 2023, a medida que las condiciones financieras se vuelven más volátiles por la acumulación de crisis.
El organismo financiero pidió a los gobiernos que moderen el gasto y se centren en asegurar una buena base económica para ser capaces de resistir los futuros “shocks” que puedan surgir.
La directora ejecutiva de Oxfam estuvo de acuerdo en señalar que, después de la crisis desatada por la pandemia de covid-19 y la invasión rusa de Ucrania, es evidente que los países deben encontrar formas de volverse más resilientes a los cambios, pero advirtió que esto no es una excusa para dejar de invertir.
“Podemos ver que el consenso en momentos de dificultad es ser eficientes en la recaudación y en la inversión, y tener la máxima solidaridad”, aseguró a EFE Bucher quien puso de ejemplo de ejemplo la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, que fue un período “de alto nivel impositivo”.
Por eso, apuntó a las reformas fiscales de Colombia y de Chile, que buscan aumentar la recaudación con impuestos sobre las grandes riquezas o los beneficios inesperados, como un ejemplo de que se puede invertir en igualdad y aumentar el gasto social, al tiempo que se promueve la responsabilidad financiera.
“Al final, estas medidas progresistas lo que plantean es recuperar parte de esa capacidad económica que tienen (los más ricos) para invertirla en los hogares más vulnerables, que son los que más han sufrido durante las crisis”, explicó, por su parte, la líder de Justicia en Política Fiscal de Oxfam, Susana Ruiz.
Para la experta, existe una aversión sin fundamento a gravar la riqueza porque se piensa que el capital huirá a lugares más amables, pero esta idea es solo “un mantra que no se sostiene”.
Además, dijo Ruiz, hay estudios que demuestran que los recursos invertidos en la parte más vulnerable de la población generan más productividad que los que se destinan a los más ricos.
“Invertir en los que lo necesitan más genera más crecimiento”, concluyó.
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