SAINT PAUL, MN
La reanudación de las actividades económicas marcadas por la pandemia mostrará si se revertirá o se acelerará la “crisis de liderazgo de las latinas” en las empresas estadounidenses, señaló un estudio publicado este lunes por Network of Executive Women (NEW, en inglés).
Ese grupo y la plataforma de comercialización hispana Latinarrific señalaron que “el talento latino de alto nivel sigue despidiéndose del mundo empresarial a un ritmo alarmante cuando el poder adquisitivo anual de los hispanos se acerca a 1,7 billones de dólares”.
“En una manera que no se hubiera podido predecir, muchos de los rasgos que las profesionales latinas en nuestro grupo focal citaron como inconvenientes dentro del lugar de trabajo tradicional, dominado por hombres blancos— expresividad, empatía, deseo de equilibrio entre la vida laboral y personal— se han convertido en una posición celebrada durante el trabajo de casa, en medio de la pandemia de COVID-19”, dijo la coautora del estudio Karianne Gómez, vicepresidenta de NEW.
“Lo que queda por ver, mientras el país se reabre, es si los ejecutivos y gerentes de alto rango adoptarán esos atributos únicos que las latinas aportan a la mesa, o por el contrario volverán a sus viejos reglamentos, forzando a un grupo de talentos latinos inspiradas y motivadas (que ya de por sí representa el sector de pequeños empresarios de mayor crecimiento del país) a huir de las corporaciones americanas con aún más prisa”, añadió Gómez.
La mayoría de las 36 ejecutivas latinas de nivel medio y superior entrevistadas para el estudio, indicaron que no sentían que encajaran fácilmente en la cultura empresarial típica de Estados Unidos.
“Si bien esto podría celebrarse desde una perspectiva de diferencias y fuerza, las ideas del estudio muestran que bastantes empresas anulan o ignoran la diversidad latina”, según el estudio. Dentro de las normas existentes, “desde promociones hasta la presencia ejecutiva basada en normas de los hombres blancos”, las latinas generalmente han tenido éxito a pesar de su cultura corporativa y no por ella.
Entre las barreras que el estudio menciona para el avance profesional de las latinas y la permanencia en puestos de alta jerarquía para quienes los hayan alcanzado se cuenta que crecidas “en una cultura colectivista donde el bien del grupo triunfa sobre los deseos individuales, muchas latinas aprendieron desde una edad temprana a ser desinteresadas, generosas y a respetar las figuras de autoridad”.
“Dentro de la cultura muy individualista de los negocios en Estados Unidos, donde se valora la afirmación personal, la independencia y el rechazo, a menudo los gerentes ven a las latinas como menos “ambiciosas” o “personalmente descalificadas para avanzar”, según el estudio.
El informe también apuntó como barrera la prioridad que muchas latinas asignan a la familia, “algo que las empresas estadounidenses dicen que valoran, pero que a menudo no se adapta bien al entorno laboral”.
Las ejecutivas latinas entrevistadas “rechazaron la noción de que priorizar a la familia disminuye el compromiso con la carrera o evita que se pueda completar el trabajo con éxito” agregó. “Ellas quizás lleguen a cenar a casa con más frecuencia que sus contrapartes masculinas tradicionales, pero ese enfoque equilibrado es parte de la diversidad y el valor que las latinas aportan”.