MINNEAPOLIS, MN

La intersección de la pandemia con crímenes de odio ha elevado el nivel de violencia en el área metropolitana de Denver a un “territorio desconocido” que ya supera la capacidad de la policía local para responder a esa situación, afirmaron este jueves expertos.

“No existen precedentes para esta situación. Entramos en un territorio no explorado. La pandemia ha tensionado a las personas y esa tensión afecta a las familias. Y el regreso a clases aumenta las tensiones porque las escuelas aún no saben qué hacer. La frustración llega a padres, niños y maestros”, opinó John Nicoletti, experto en psicología de la violencia.

En rueda de prensa, Nicoletti, consultor con el Departamento de Policía de Denver (DPD), afirmó que se trata de un fenómeno conocido como “violencia por contagio”, detectado inicialmente en los años siguientes a la matanza dentro de la Escuela Columbine (al sur de Denver) en abril de 1999.

Luego de aquella masacre, jóvenes ajenos a esa escuela se obsesionaron con el incidente y con los dos atacantes, tanto que, en numerosos casos, perpetraron ataques o intentaron hacerlo en otras escuelas.

“Ahora estamos viendo la violencia por contagio en Denver”, expresó Nicoletti.

Solo en Denver estos primeros siete meses de 2020 se han registrado 52 asesinatos, un 50 % más que en todo 2019. Además, se han registrado 129 heridos de bala en esos meses, una cifra superior al total de heridos por arma de fuego en los últimos tres años.

Los asaltos a mano armada subieron un 30 % con respecto al mismo período del año anterior y hubo 422 denuncias de robos de armas, 100 más que para esta fecha en 2019.

BARRIOS HISPANOS

Los incidentes suceden en toda el área metropolitana de Denver, pero la violencia parece concentrase particularmente en los barrios hispanos del noreste y oeste de la ciudad.

El pasado domingo, un grupo de personas abrieron fuego contra una familia hispana que estaba de picnic en un parque de la zona e hirió a seis menores y tres adultos, además de otros tres adultos que resultaron heridos mientras se refugiaban durante el ataque.

Una semana antes, a pocas cuadras de distancia de ese parque, se produjeron cinco tiroteos en una sola noche, con dos muertos y siete heridos, el más notorio de ellos ocurrido durante una “reunión multitudinaria” que dejo tres heridos, según DPD.

La policía local anunció este jueves la prohibición de reuniones masivas a lo largo del corredor del Boulevard Federal para evitar “nuevas actividades criminales” e impedir contagios con COVID-19 “Esto ya está fuera de control. Ninguna persona ni agencia puede resolverlo por cuenta propia. Necesitamos personas que detecten las conductas sociales indeseables y que las denuncien”, sostuvo Nicoletti.

Por su parte, en una conferencia de prensa, Jason McBride, subdirector de programas del Proyecto de Ayuda y Rescate de Pandilleros (GRASP, en inglés), lamentó que, por la cuarentena en respuesta a la pandemia, niños y jóvenes se hayan visto obligados a “quedarse encerrados” con familias disfuncionales, ayudando así a generar tensiones y violencia.

“Estos niños y jóvenes pasan de situaciones malas a situaciones peores”, explicó McBride.

No hay un aumento de la violencia de pandillas pero los atacantes y víctimas son cada vez más jóvenes, sostuvo el dirigente, quien puntualizó que GRASP ayudaba a niños y jóvenes entre 13 y 18 años, pero ahora ayuda a “mucho más jóvenes”.

Agregó que ahora además la policía se niega a intervenir debido al “clima del nuevo Estados Unidos” tras las revueltas contra los casos de brutalidad policial y ahora los agentes actúan “en puntillas de pie”.

El pasado 21 de junio, durante la fiesta de Juneteenth (celebración del día de la liberación de los esclavos) en un parque en Aurora, al este de Denver, un adolescente falleció de un disparo. La policía estaba presente, pero decidió no intervenir.

“Si la policía hubiese intervenido y dispersado el grupo quizá no hubiésemos tenido esa situación”, opinó McBride.

La violencia contra los hispanos en Colorado debe conectarse con la que sufren todos los hispanos en general en el país, y para muestra la matanza hace más de un Walmart de El Paso (Texas) por un joven que criticó la invasión hispana de ese estado, señaló Oren Segal, vicepresidente de la Liga Antidifamación (ADL), que este jueves presentó el reporte “Crímenes de odio enfocados en la comunidad latinx”.

Según Segal, esos crímenes se ven ahora potenciados por las teorías conspirativas que circulan ampliamente en internet.

“Si alguien ve amenazas de violencia o expresiones de odio en línea, debe reportarlo a las autoridades. Los funcionarios públicos deben tomarse la violencia en línea con seriedad. Reportar un incidente de odio racial parece algo pequeño, pero hace una gran diferencia”, aseveró.

Por lo pronto, la alcaldía de Denver informó que además de aumentar la vigilancia policial en las áreas más afectadas, creará “zonas seguras” a cargo de grupos comunitarios, incrementará la ayuda para personas desamparadas y otorgará nuevos subsidios para negocios y para inquilinos.