No fue difícil encontrar mi recinto asignado, por la tarde de este martes 12 de agosto y justo después del trabajo decidí que podía tomar unos minutos para ir a ese lugar y ejercer por primera vez un derecho que gane hace un año con el logro de la ciudadanía, el derecho al voto.
Ya en el sitio de votación, mi primera impresíon fue el encontrar un orden y un vacío.
Estaba ya registrado así que fue fácil el encontrar mi nombre, las personas en servicio fueron amables y me indicaron fácilmente el proceso. Recibí instrucciones y una boleta del tamaño oficio, encubierta en un folder amarillo que presentaba mas instrucciones del proceso. Ya en ese momento, éramos pocos los votantes en turno, no hubo espera y el proceso fue realizado sin contratiempos, parecía como que no había votantes.
Al ver la boleta y de acuerdo a las instrucciones dadas, lo primero que me resulto interesante fue el hecho de que al votar en estas elecciones primarias, debía comenzar escogiendo estrictamente un partido, y una vez haciéndolo, debía elegir a mi candidato dentro de las opciones incluidas solo en el área de ese partido. Deduzco que al escoger partido uno vota solo por ideas sin necesariamente establecer gusto por la persona en representación de esas ideas, o sea, el candidato. Esto puede tener sentido pues al final, elegimos forma de gobierno y no persona de gobierno. Si esto es así, de que vale tanta publicidad enfocada en los individuos y en sus posturas, en otros casos, de promover la exhibición de los puntos débiles del candidato contrincante.
Elegí mi postura partidista y comencé a navegar entre las opciones. Me di cuenta que en realidad sabía muy poco de los candidatos sin importar partido, ya que al revisar la boleta y ver los nombres, solo reconocí algunos, políticos que están en posiciones actuales y que por alguna circunstancia he escuchado de ellos. Note que yo, como Hispano, como nuevo integrante de este circuito de votantes, carecía de información, del conocimiento sobre mis opciones a nivel ciudad y a nivel estado. Reconocí que los candidatos y principalmente sus ideas estaban lejos de mi, que no les conocía.
Entonces, ¿por quien votar si no conozco a nadie?, si no tengo una idea de los fundamentos e ideales de cada uno de los candidatos. En ese momento me sentía como un visitante al supermercado limitado a transitar tan solo por un pasillo. Sabiendo que hay otras opciones a mi alcance.
Tal vez en elecciones futuras, en la elección general de noviembre, tal vez ahí ya tengamos una idea mas clara de quienes son estos aspirantes a gobernantes, estos individuos aspirantes al servicio publico. Saber si estos personajes están de alguna manera interesados en que yo, nuevo votante, nuevo ciudadano, nuevo inmigrante les conozca. Tal vez entonces ellos harán el esfuerzo por acercarse, por conocer mas de mi y de mi comunidad, de buscar el voto Hispano al saber que este voto puede marcar una diferencia y porque no, proponer estas posturas, este acercamiento, directo o indirecto, en mi idioma, en el español.
En esta mi primera elección, me tuve que conformar con ser solo un participante, incapaz de establecer un voto basado en el conocimiento total. En esta mi primera elección, conocí mas del sistema electoral Americano y me siento privilegiado, pero en esta primera ocasión, me quedó la sensación de no haber elegido, tan solo participado.