MINNEAPOLIS, MN
El electorado latino de Texas, que puede jugar un papel fundamental en las presidenciales de 2020, es menos conservador que sus vecinos anglosajones, por lo que el Partido Republicano no debe descuidarlo si quiere lograr la reelección de Donald Trump, asegura un nuevo estudio.
El análisis “Seis mitos sobre los latinos republicanos de Texas”, elaborado por el Centro de Estudios Mexicano-Americanos de la Universidad de Houston (UH), encontró que los hispanos conservadores del estado de la estrella solitaria se están volviendo más moderados a medida que la retórica de su partido se vuelve más conservadora.
El hallazgo supone un dilema para la campaña republicana que debe contar con el voto de esta comunidad para mantener al estado en su intento de repetir victoria en la próxima elección presidencial.
“El voto latino será decisivo de las elecciones de 2020”, dijo en un comunicado Brandon Rottinghaus, profesor de ciencias políticas en UH y autor principal del estudio que analiza la verdad que esconden mitos como que los hispanos suelen ser más progresistas o que solo apoyan al Partido Republicano porque son culturalmente conservadores.
Los demócratas, que no ganan en Texas desde las presidenciales de 1972, han estado cortejando a aquellos votantes latinos que sienten que los republicanos no los están escuchando.
En 2018 Texas ya sintió lo que se anticipa puede ser un cambio de tendencia al salir elegidas las congresistas Verónica Escobar y Sylvia García, las primeras hispanas que llegan a Washington con sus ideas liberales.
Además, el senador conservador Ted Cruz logró la reelección con la exigua ventaja del 2 % sobre el candidato demócrata Beto O’Rourke, lo que puso en tela de juicio la seguridad de que Texas es republicana.
El botín de electores de latinos en Texas, el segundo estado más poblado del país y vital para los planes republicanos, no es nada despreciable pues, según datos del centro de estudios Pew, los hispanos representaron el 29,8 % de los votantes en 2018.
“Los republicanos cuentan desde hace tiempo con una base de apoyo de la comunidad latina. (pero) Si no tienen ese apoyo en 2020, Texas se volverá azul” en referencia al tradicional color de los demócratas, añadió el investigador.
Uno de los mayores obstáculos que tiene la campaña republicana, según el estudio, es que los latinos republicanos tienden a ser menos conservadores que los republicanos en general.
El 37 % de todos los republicanos se describen a sí mismos “extremadamente conservadores”, en contraste con el 19 % de los latinos republicanos que se identifican de esta forma.
Uno de los puntos de desencuentro de los latinos republicanos con sus copartidarios es la inmigración.
Sólo el 19 % de los republicanos hispanos de Texas está totalmente de acuerdo en que los indocumentados deben ser deportados inmediatamente, comparado con el 35 % de todos los republicanos que apoya esta política.
En el manejo de la seguridad de fronteriza del actual gobierno los hispanos republicanos también tienen menor apoyo a esta política, con tan sólo un 43 %, comparado con el 58 % de todos los republicanos.
Y en Texas Trump ha enfocado sus más duras políticas migratorias y en su frontera se desarrolla el programa que permite regresar a México a los solicitantes de asilo mientras esperan a que avance su proceso y también estableció cortes de inmigración en carpas para atender las solicitudes de los inmigrantes.
El estado fue además uno de los más afectados con la separación familiar de inmigrantes llegados a la frontera y fue duramente criticado por las condiciones en que mantenía a cientos de indocumentados detenidos.
Con la inmigración como un tema clave para 2020, Rottinghaus advierte que esa división puede resultar importante en los patrones de votación.
Sin embargo, el investigador resalta que hay otros temas en que los latinos republicanos coinciden con los otros votantes conservadores, especialmente en la lucha contra el aborto y las políticas económicas del presidente Donald Trump, entre otras.
El estudio halló que el mayor punto de encuentro es en materia exterior, con un fuerte apoyo al principio aislacionista que encarna el lema de Trump “Make America Great Again” (Hagamos a EE.UU. grande de nuevo) de que EE.UU. “estaría mejor si nos enfocamos en casa y no nos preocupamos con problemas de otros países”.
Los investigadores subrayan que en este punto el apoyo de los latinos republicanos incluso sobrepasa a los de los de sus compañeros de partido en general.
El estudio también indagó sobre qué tan bienvenidos se sienten los latinos republicanos en su partido, un aspecto importante sobre la estrategia que deberán emprender los conservadores para retener a los votantes.
El 61 % de los votantes encuestados que se identificaron como republicanos respondió que se sintió bien acogido en su partido.
Rottinghaus resaltó que “los componentes básicos de apoyo para los republicanos de Texas en la comunidad latina están ahí: los republicanos latinos son más pro-vida, favorecen los bajos impuestos y abrazan la religión más que los demócratas latinos”.
Pero alerto de que, aunque el “mensaje correcto” puede atraer a los votantes latinos, el “incorrecto puede repelerlos”, concluyó.