MILWAUKEE.- Todo tiene su punto de inflexión, y los Timberwolves encontraron el suyo en la derrota del jueves por 102-96 ante los Bucks en el BMO Harris Bradley Center.
El equipo de Minnesota llegó con una racha de cinco victorias consecutivas a su último partido de temporada regular y construyeron otra ventaja de dos dígitos en al finalizar el segundo cuarto, pero esta vez ni ellos ni Jimmy Butler pudieron evitar caer derrotados en el último cuarto.
Durante esa racha de victorias, construyeron una ventaja de 22 puntos en Phoenix y lideraron con 18 y 14 puntos contra Denver y aún así encontraron la manera de ganar después de regalar la mayor parte o la totalidad de la misma.
El jueves, los fanáticos de Milwaukee abuchearon después de que los Wolves construyeran una ventaja de 74-54, luego vitorearon a los Bucks que terminaron el tercer cuarto y comenzaron el cuarto con muchas ganas de ganar el juego. Milwaukee superó a los Wolves por 27-12 en el último cuarto de un juego que solo vio un cambio de líder, cuando el triple de Eric Bledsoe con 2:25 por jugar puso a los Bucks adelante para quedarse.
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— Minnesota Timberwolves (@Timberwolves) December 29, 2017
“Hemos jugado con fuego, demasiado, durante esta racha de victorias”, dijo el centro Wolves Karl-Anthony Towns, quien anotó 22 puntos en 8 de 12 tiros, incluyendo 4 de 8 en triples.
La ventaja de 20 puntos fue su mayor ventaja en una derrota esta temporada, cinco más que la ventaja de 15 puntos que cedieron a Phoenix en Target Center hace dos semanas.
Esta vez, lo hicieron jugando su tercer juego en cuatro noches. El miércoles, perdió a los titulares Towns y Taj Gibson por demasiadas faltas y Jeff Teague por una lesión de rodilla y aún así venció a los Nuggets en tiempo extra 128-125, gracias principalmente a la determinación de Butler y sus 39 puntos.
El jueves, los Wolves empezaron con Tyus Jones como base armador y luego improvisaron luego de que Andrew Wiggins se torció el tobillo en el tercer cuarto y jugó mientras Jones dejó el juego por más de dos minutos en los últimos cinco para poder colocar su dedo meñique dislocado en su lugar.
“Muchas partes móviles” es cómo el entrenador de los Wolves, Tom Thibodeau, describió un juego en el que también dijo que su equipo “no jugó bien en la recta final”.
