ELK RIVER, MN
Un informe condenatorio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) que acaba de publicarse revela que un cerdo de la granja Manthei Hog Farm sufrió un prolapso rectal hinchado y sangrante y fue confinado con otros cerdos que mordían el tejido inflamado.
En respuesta, PETA envió hoy una carta urgente a la fiscal del condado de Sherburne, Kathleen Heaney, instándola a que investigue y presente cargos contra los responsables de la negligencia del cerdo. La granja Elk River cría cerdos para ser sacrificados para el consumo humano y los suministra a la industria de la experimentación animal, y confinó a casi 1.000 cerdos en el momento de la inspección.
Según el informe, el 25 de noviembre un veterinario del USDA encontró al cerdo que sufría un prolapso no tratado (una afección dolorosa en la que el tejido interno sobresale del ano) en un corral con otros cinco cerdos. Los cuartos traseros y las patas traseras del animal estaban cubiertos de sangre, y el tejido rojo brillante expuesto estaba hinchado. También se encontró sangre en el suelo y en otros cerdos que habían mordido el tejido. Manthei Hog Farm también fue citada en 2015 por matar cerdos a tiros, por arrojar comida directamente en el suelo cubierto de heces (lo que provocó un brote de parásitos) y por una infestación de insectos “enorme” encontrada cerca de 364 cerdas en avanzado estado de gestación y madres lactantes con lechones.
“El sufrimiento y el abandono son habituales en granjas como esta, donde los animales enfermos y estresados viven hacinados por cientos o miles en cobertizos sucios”, afirma Daniel Paden, vicepresidente de Defensa Jurídica de PETA. “PETA pide una investigación penal en nombre de este cerdo e insta a todo el mundo a que se vuelva vegano para ayudar a evitarles a los animales una vida miserable y una muerte aterradora”.
PETA está presentando cargos bajo la ley estatal porque el USDA no brinda alivio ni ayuda a los animales durante sus inspecciones y estas violaciones no conllevan sanciones civiles o penales federales.
Exhortando a lideres del condado, PETA espera que los investigadores visiten las instalaciones con un veterinario con experiencia en salud y bienestar porcino para identificar a los animales que necesitan atención y opinar sobre las condiciones de aproximadamente 1000 cerdos allí.