MINNEAPOLIS, MN
Urbanistas y oficiales de transporte en las Ciudades Gemelas dieron ayer a conocer un plan que pretende retirar 20 mil carros del área metropolitana dentro de los próximos cinco años.
El plan fue desarrollado por el Centro de Movilidad de Uso Compartido (SUMC, por sus siglas en inglés), una asociación sin fines de lucro dedicada a incrementar el uso de programas de transporte compartido a través de los Estados Unidos.
En una reunión con el Consejo Metropolitano, Ride Nice Minnesota, la Fundación McKnight y otros, el SUMC estableció el plan de las Ciudades Gemelas el cual busca que las personas que viven retiradas de sus lugares de trabajo compartan vehículos de un solo ocupante o el transporte público.
De acuerdo a un estudio que se hizo, se espera que la región de Minneapolis-Saint Paul tendrá más de 800 mil nuevos residentes para 2040, superando el ritmo de crecimiento de las áreas metropolitanas más grandes como Los Angeles, Boston y la ciudad de Nueva York. Esta expansión tendrá muchos impactos significativos para las Ciudades Gemelas, incluyendo a la red de transporte de la región.
A las actuales tasas de propiedad de los vehículos domésticos, este nivel de crecimiento podría llevar a más de 675 mil vehículos a las carreteras, lo que ocasionará una mayor congestión de tráfico, mayores emisiones de carbono y reducciones en la productividad y calidad de vida.
El plan del SUMC busca reducir el número de automóviles en el área metropolitana en los próximos cinco años, reduciendo el número de vehículos en Minneapolis y Saint Paul por 20 mil, una reducción del 5 por ciento en el número de vehículos personales.
La estrategia para lograr esto consiste en alentar a 30 mil personas más para que usen el transporte público todos los días, compartir 600 vehículos sostenibles, añadiendo 800 bicicletas al programa Nice Ride, así como alentar a mil usuarios para que usen vanpool.
Si la primera parte del plan funciona, la próxima meta es retirar 50 mil vehículos de las autopistas de la Ciudades Gemelas dentro de la próxima década. Es decir, una reducción de entre el 8 y 10 por ciento del número de automóviles en Minneapolis y Saint Paul.
Una reducción del 3 por ciento en el número de coches en toda la región metropolitana.