SAINT PAUL, MN
En Estados Unidos hay entre dos y tres millones de trabajadores rurales “que se exponen a riesgos mientras siguen cosechando, empaquetando y plantando las frutas y verduras de las cuales dependen familias en todo el país en medio de la pandemia” de COVID-19, afirmó este martes la Hispanic Heritage Foundation, que reconocerá a estos trabajadores con el Premio por Servicio durante su 33 entrega de galardones el 6 de octubre.
Los premios fueron creados en 1987 para conmemorar el establecimiento del Mes del Legado Hispano en Estados Unidos, y se cuentan entre los galardones de más prestigio para los latinos en el país.
“Es con enorme gratitud, orgullo y admiración que honramos a los trabajadores rurales con el Premio por Servicio este año”, indicó Antonio Tijerino, presidente de la organización con sede en Washington DC, la cual promueve la incorporación de líderes latinos en los ámbitos educativo, comunitario y laboral.
“Cada vez que comemos algo, deberíamos pensar en la importancia de los peones rurales en nuestras vidas, especialmente durante la crisis de la COVID-19 cuando ellos se ponen en riesgo y ponen en riesgo a sus familias para nutrir noblemente a nuestras familias.Su servicio es heroico”, agregó.
De acuerdo con un informe del Departamento de Trabajo, aproximadamente 69 % de los peones rurales provienen de México, 25 % de Puerto Rico y Estados Unidos, y el resto de otros países, muchos de ellos centroamericanos.
En la ceremonia, que será difundida en estaciones de la red PBS, también recibirá el Premio Visión el artista y activista social puertorriqueño Bad Bunny. En el curso del mes próximo Hispanic Heritage Foundation anunciará otros ganadores de sus premios.
La fundación señaló que, aparte de su papel en el suministro de alimentos para el país, los trabajadores rurales “pueden inhalar pesticidas o polvo en los campos, lo cual causa ataques de asma y otros problemas respiratorios graves, todo lo cual los pone en un peligro mayor durante la pandemia”.
Mónica Ramírez, presidenta de Justicia para las Mujeres Migrantes y una de las distinguidas el año pasado por la fundación, dijo que “los peones rurales siempre han estado en riesgo de enfermedad y lesiones, pero este riesgo ha crecido exponencialmente con la COVID-19”.
“Sus condiciones de trabajo hacen casi imposible que los peones rurales puedan atenerse a las reglas de distanciamiento social, lavado de manos y otros requisitos que, según los profesionales de la salud, son necesarios para prevenir el contagio de la enfermedad”, agregó Ramírez. “Los trabajadores rurales merecen este reconocimiento prestigioso junto con el respeto y el aprecio por alimentarnos cada día”.