EDEN PRAIRIE, MN
En un último intento por borrar el legado del ex presidente Barack Obama, el presidente Donald Trump presentó ayer nuevas restricciones de viaje y de negocios con Cuba.
En su discurso durante una visita a Miami, el presidente anunció “estoy cancelando completamente el trato unilateral de la última administración con Cuba.” En los últimos dos años de su administración Obama intentó tener relaciones cordiales con la isla e incluso viajo a Cuba en el 2016.
Aunque el presidente asegura que cancelaba “completamente” las políticas de Obama sobre Cuba, el cambio en la postura será parcial.
Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba seguirán abiertas, así como las nuevas embajadas en Washington y la Habana. Y no habrá restricciones sobre el tipo de mercancías que los estadounidenses pueden sacar de Cuba, incluyendo el popular ron y cigarros cubanos.
Los cambios sin embargo, hacen más tensas las restricciones sobre Cuba, reforzará las exenciones autorizadas de viaje entre Cuba y Estados Unidos y prohíbe el comercio con los negocios militares y de inteligencia cubanos.
Esta medida podría impactar a las marcas hoteleras que compiten directamente con el imperio de negocios de Trump, haciendo más difícil para ellos expandir su nicho de mercado en Cuba.
Los oficiales dijeron que los planes de Trump “no querían interrumpir las operaciones existentes,” pero las nuevas políticas harán más difícil para las compañías americanas expandir su negocio en Cuba.
La Casa Blanca asegura que el esfuerzo estaba dirigido directamente a los negocios estadounidenses y compañías privadas como AirBnB, la compañía de rentas vacacionales que permitió a los cubanos rentar sus casas en 2016.
Ninguna de estas regulaciones tendrán efecto de inmediato, dijo un oficial de la Casa Blanca y añadió que se espera que las agencias de gobierno hagan los cambios reglamentarios oficiales en los próximos meses.
Después de años de estar trabajando con el gobierno de Castro, Obama anunció en el 2014 que los Estados Unidos restablecería las relaciones diplomáticas con la isla y reabriría su embajada en la Habana, que fue cerrada en 1961 después de la revolución Cubana.
Este movimiento permitió a más estadounidenses viajar a Cuba, con vuelos comerciales y cruceros de Estados Unidos directo a la isla, así como traer más mercancías de Cuba.
El gobierno cubano, por su parte, incluyendo al presidente de la isla Raúl Castro han manifestado su disposición de negociar con Trump.