SAINT PAUL, MN
La legislatura actual en el estado de Minnesota tiene en su canasta una serie de asuntos que tratar, que han dado ya mucho que pensar a los mismos legisladores, y con ello a sus representados. Siendo la educación un asunto siempre prioritario, la forma en que se distribuirá el presupuesto que se asigne al sector, ha despertado gran interés en distintas esferas. Por ello la promesa del gobernador Mark Dayton de brindar mayor apoyo a la educación superior, ha adquirido dimensiones especiales. Y ello es más evidente cuando el pasado miércoles Dayton anunció que destinaría hasta $30 millones de dólares a lo largo de los próximos dos años en apoyo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota.
Detrás del anuncio está la idea de recuperar el prestigio que la escuela ha perdido en la clasificación nacional, al caer del lugar 15 al 30, de acuerdo con el nivel de financiamiento que de parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) recibe la Universidad en apoyo de los distintos programas de educación en medicina.
El anuncio hecho se enmarca en una serie de medidas que Dayton ha propuesto para arreglar el sistema de educación superior en el estado, y que han sido cuidadosamente elaboradas por legisladores en el área. Es del interés del gobierno el promover programas y proyectos que atiendan todos los aspectos de desigualdad en el accesos a los servicios de salud en el estado entero, cubriendo la demanda, pero también los servicios ofrecidos, y en particular al contemplar el retiro de muchos profesionistas que se espera ocurra entre la generación de “baby-boomers”
“Se trata del asunto de la duda, del asunto de la fuerza laboral, y es del sentido común que [la educación superior] es el mecanismo para la movilidad social,” señala el comisionado de educación del gobierno de Dayton, Larry Pogemiller. “Creo que tanto demócratas como republicanos coinciden al decir, debemos de investir en ello. Las familias [del estado] están invirtiendo fuertemente en ello ya, y debemos ayudarles a hacerlo.”
Indudablemente la situación es difícil de resolver, especialmente cuando existen serias discrepancias sobre dónde debe darse mayor atención: ¿invertir en colegios de do o de cuatro años? Una pregunta con alto significado al considerar la existencia de un superávit de mil millones de dólares, y la infinidad de peticiones por la distribución de ellos en diversos sectores que se presentan como promisorios frentes en la respuesta a la busca de soluciones.
Un hecho significativo es el reconocimiento que hizo el gobernador en función de la limitación en fondos destinados a las universidades y colegios de educación superior, incluidos la Universidad de Minnesota y los colegios del circuito de la Colegios y Universidades del Estado de Minnesota (MNSCU). A ello se suma la propuesta de establecer programas de dos años de educación superior gratuitos para los estudiantes que estén interesados en obtener un grado asociado en dicho período.
Este es el debate que se presenta en el congreso, al darse argumentos en favor de mayores apoyos a programas de 4 años, con propuestas como la presentada por Erick Kaller, comprometiéndose a “congelar” los costos de colegiaturas en la UMN, y la que promueven legisladores como el senador LeRoy Stumpf, de promover carreras técnicas de dos años sin costo. Esta última posición, alineada con la propuesta del presidente Barack Obama, de ofrecer dicha propuesta a nivel nacional.
El costo asociado con la propuesta de Stumpf, ascendería a 100 o 150 millones de dólares a lo largo de los próximos dos años. A ello se oponen otros legisladores como el representante republicano Bud Normes, quien insiste en que debe haber un costo que sea apreciado por el estudiante a fin que la inversión hecha se valore al finalizar sus estudios.
Una discusión que parece no tener un punto de acuerdo, y que sin embargo tendrá que resolverse, y al que habrá que seguir de cerca, pues definirá el futuro de nuestros hijos, Latinos, en Minnesota.
