SAINT PAUL, MN
A lo largo de los últimos diez años, los médicos han empleado una prueba genética para decidir qué pacientes podrían evitar tratamiento con quimioterapia luego de someterse a una cirugía de cáncer de pecho o de mama.
Hoy, un estudio recienta ha confirmado que esta prueba, llamada Oncotype DX, trabaja bien para un pequeño grupo de pacientes. Sin embargo, un estudio de más largo plazo, que dé seguimiento al primer estudio, es necesario para llegar a conclusiones para un rango más amplio de pacientes con tumores de alto riesgo.
La prueba Oncotype DX analiza 21 genes en el tumor que se haya extirpado mediante cirugía, a fin de estima el nivel de riesgo de la mujer par que el cáncer vuelva a manifestarse luego del procedimiento. Por ello, la prueba ha sido recomendada por la Sociedad Americana de Oncología Clínica, y se considera una medida estándar de cuidado para un tipo particular de cáncer de pecho.
Para aquellas pacientes que caen dentro de la categoría de la prueba de bajo riesgo, el 99 por ciento de ellas no desarrolló metástasis de cáncer de pecho en un lapso de 5 años posteriores a haberse sometido al procedimiento quirúrgico, incluso aun cuando no se hayan sometido a tratamiento de quimioterapia. La tasa de sobrevivencia en general entre este grupo fue de 98 por ciento, según reportaron los médicos que participaron en el estudio, en la publicación de Medicina de Nueva Inglaterra.
“Estas son verdaderamente maravillosas noticias para los pacientes que estamos tratando” indicó la Dra. Sharon Giordano, una oncóloga en el centro Médico de Cáncer en Houston, quien por cierto no participó en el estudio, pero que conoció los resultados del mismo.
Se estima que cada año, cerca de 230,000 personas son diagnosticadas con cáncer de mama. De ellas, cerca de 100,000 califican para la prueba Oncotype DX, y 16,000 caen en la categoría de bajo riesgo. El costo de la prueba asciende a alrededor de $4,000 dólares y es cubierto por la mayoría de las agencias de seguros de salud.
“Es muy importante que la prueba sea validada, pero también el conocer qué tan bajo el riesgo de recurrencia de cáncer era en verdad para este grupo de pacientes,” dijo Giordano. “La quimioterapia es más probable que llegue a lesionar a esas pacientes en lugar de ayudarles.”
Para el estudio, diversos médicos alrededor del país aplicaron la prueba Oncotype DX a más de 10,000 mujeres que fueron diagnosticadas con una forma común de cáncer de mama que responde a tratamientos anti-hormonas. Cerca del 16 por ciento de las mujeres registraron bajos niveles en la prueba y por ello recibieron tan sólo terapia anti-hormonal, evitando la quimioterapia.
“Es muy estimulante el que las guías que hemos seguido sean las correctas,” indicó el Dr. Daniel Hayes, quien dirige conjuntamente el programa de Oncología de Pecho en la Universidad de Michigan, y que contribuyó en el presente estudio. “Es un paso más adelante en la personalización de la forma en que tratamos a nuestros pacientes.”
Aun el número de quienes registraron niveles medios y altos de riesgo es alto, por lo que será necesario continuar el estudio e identificar el verdadero beneficio del tratamiento de quimioterapia para esas pacientes.